Talca de pronto se congela. Mucho frío, calles escarchadas, gente con gorros, guantes y bufandas caminan raudamente. Parece que las heladas cayeran sobre cada rincón de la ciudad, incluso en cada ilusión que volaba esos días.
Talca se viste de blanco. Las miradas son curioso asombro y alegría... la natura siempre va a tener una cuota de misterio que sorprende cuando uno ya no lo espera. Todo es espectáculo, todo merece ser vivido y disfrutado.