martes, abril 28, 2009

Vida dormida


Las palabras de pronto se volvieron esquivas y se alejaron de mis manos siempre sedientas de letras que derramar sobre estas teclas.

Mi mente ha vagado por muchos mundos diferentes durante estos meses de silencio aparente. Y esta noche disfruto de este reencuentro con mis líneas, con lo que soy y pienso en el silencio de mi pieza y que poco comparto.

Se conjugan lentamente alegrías y recuerdos, angustias y penas, presente inmediato, futuro incierto.
Y siento caer en un torbellino de cosas, actividades casi ajenas a mi, una vida paralela mientras la mía duerme profundamente sin inmutarse frente a mis sacudidas para que vuelva a mi lo más pronto posible.

Desespero ante la impotencia de no poder despertar, o de darme cuenta que nunca he dormido, sino que soy la única que ha causado esta dicotomía de mundos.


Escucho el silencio de la noche que se contrapone con el ruido de mi alma. Nunca quieta, nunca callada. Quisiera calma hoy, mañana... ¿Existe realmente o es como un cuento de hadas que anhelamos que sean ciertos pero en el fondo siempre supimos que eran ficticios? Verdad o mentira, pido silencio, ruego por un poco de quietud dentro de mi.


Cierro y abro los ojos. Sigo aquí, donde mismo. No ha sido un sueño, es mi realidad... asúmelo o haz algo para cambiarlo... eso me repito una y otra vez. Pero se que es más grande mi incapacidad por cambiar la rutina que mis ganas de hacer que desde hoy todo sea diferente.

Así que mejor cierro los ojos y dejo que la mudez de esta hora pelee a muerte con mi eterno e inquieto mundo interior.

Aquí encontrarán parte de mi historia, parte de lo que soy, algo de lo que vivo día a día...