sábado, agosto 25, 2007

¡¡Felices 22!!




Muchas luces han estado siempre acompañando cada paso que doy. Algunas han sido momentáneas, o por períodos breves, pero siempre dejan su estela brillando durante varios días y noches.

En cambio existen otras luces que destellan para alumbrarnos durante toda la vida... regalos que se nos dan en distintas facetas, con diferentes nombres. Y hoy ese destello tiene nombre: Francisco... el pancho, mi hermano "chico".

Crecimos prácticamente al mismo tiempo. Mis recuerdos de niña están siempre junto a él. Jugábamos, inventábamos siempre algo para hacer y durante tardes enteras nos sumergíamos en mundos inventados entre los cubos y monitos de goma... Momentos que guardo y agradezco por siempre.

Claro que al parecer, en algún momento, yo dejé de ser un poco niña y él no. Tengo tan claritos sus reclamos por las invitaciones a jugar que rechacé en esa época. A ratos me gustaría cambiar esas negativas del pasado para haber acumulado más recuerdos de esos junto a él.

Crecimos los dos. Desarrollamos nuestras mentes bajo los mismos ideales traspasados en nuestra familia, pero nuestras personalidades diferentes se dieron a conocer tan rápidamente crecimos.

Y somos diferentes... mucho a veces... pero somos tan iguales en otras ocasiones...

Para varios, él parece ser mayor que yo, por nuestros modos de actuar y el modo en que él me ve. Incluso en ocasiones las peleas que pueden surgir son a raíz de que
mi opinión no tiene el peso que yo quisiese... no son de tanto calibre como las opiniones y consejos de los otros hermanos... Pero luego me detengo y me digo: ¿qué más da el ser mayor o menor si lo que vale es la relación y el lazo de hermanos que siempre tendremos? Y es que uno siempre aprende y admira algo de ellos, independiente de las edades.

Incluso creo que a veces puedo justificar el parecer menor que él. Porque creo que lo que más admiro de él, es su coherencia entre lo que dice y lo que hace (algo que a veces a mi me falta tanto). La firmeza con que puede actuar si está convencido de lo que hace... correcto... un hombre correcto. Siento con orgullo que puedo decir que heredó los mejores rasgos de mi papi, y eso me hace feliz.

Hoy día cumple 22 años. Y tiene que seguir creciendo. Tal vez hay cosas que le faltan por madurar, otras cosas que debe descubrir y otras que debe cambiar. Pero me alegra ver que hoy lo que tengo por hermano es bueno, alguien que se merece mucho... alguien a quien amo mucho por ser quien es, lo que me hace agradecer eternamente el compartir "su sangre".

Pancho, feliz cumpleaños... te quiero... gracias por ser quien eres... gracias por ser una luz constante en mi vida, y gracias por todo lo que puedo aprender de ti. Y nunca te olvides que a veces nos cuesta salir adelante, pero la fuerza uno la puede encontrar en muchas partes para seguir luchando, y una muy importante fuente de energía es la familia.





domingo, agosto 19, 2007

Pensar que hace siete años atrás...

Pensar que hace siete años atrás estábamos viviendo una experiencia demasiado espectacular. Y es que estar en medio de dos millones y medio de jóvenes, compartiendo la misma fe en distintos lugares de Italia, con el entonces papa Juan Pablo Segundo... en un año de Jubileo, donde pudimos pasar por la Puerta Santa... demasiados recuerdos que espero los compartan en este pequeño videito con fotos caseras de aquel viaje.

Con mucho cariño para las 5 aventureras que partimos a ese encuentro: Sor Jessica, la Vero, la Pochis y la Ruth ... (y por supuesto yo).

Ah! y gracias a mis papás que nos hicieron el regalo a las tres de poder viajar a este encuentro...

sábado, agosto 11, 2007

Cantando recuerdos con iii



(Esto lo grabamos en febrero de este año... un día antes del viaje de la Ruth)

i i i

El nombre nació del apuro antes de una presentación. Pero como grupo, creo que no puedo decir cuando empezamos. Y es que ni siquiera sé si la palabra "grupo" nos define. La historia es larga, así que trataré de resumir años de guitarreo y amistad en 14 grandes actos.

Personajes
Ruth Barros (la jefa)
Verónica Becerra (la aganchadora)
Andrea Barros (la respetada)
Varelia Becerra (la oído)
Francisco Barros (el macho)
Paula Barros (la eterna melodía)

Con la actuación especial de

Sor Jessica Ramos (la gran soprano)

Escena 1 (Liceo Santa Marta entre los años 1993 - 1997)

Mes de María: cantan la Ruth y la Vero.
Acto del 21 de mayo: cantan la Ruth y la Vero.
Cualquier acto de día lunes: cantan la Ruth y la Vero.
Misas: cantan la Ruth y la Vero.

Nadie entiende porqué se adjudican el nombre de: "las canapé".

Escena 2 (Liceo Santa Marta 1997)

La Ruth y la Vero tienen que cantar en un acto pero quieren hacer más voces... "que la Paula cante por esta vez... pero solo por esta vez... así podemos hacer tres voces en el coro". Dicho y hecho. Se incorpora por dos minutos una hermana chica al dúo.

Escena 3 (Casa de las Barros 1.990 y algo)

La Ruth y la Vero mientras comen algo rico, ven que cantarán al otro día. Mientras lo hacen, otras voces se meten en el ensayo... sólo en el ensayo.

Escena 4 (Población Nazareth, Talca)

Las niñas Becerra (Verónica y Varelia) se han cambiado de casa cerca de las Barros y más cerca aún de la capilla Nazareth.

Escena 5 (Algún domingo en la Capilla Nazareth 199...)

Como la familia Barros habitualmente cantaba en las misas, ahora el coro se ve fortalecido con la llegada a la población de las hermanitas Becerra. Así que nada que hacer. Parece que la química al cantar es innata y fluye de manera impresionante: basta ponerse a cantar, unas miradas en el momento y cada cual sabe que hacer, que voz le corresponde a cada una.
Es importante recordar que por esta época aparece también otra gran voz, otra gran amiga: la Jessica.

Escena 6 (Desde el 2000 para adelante)

Una llamada por teléfono: ¿van a estar ahí? ¿porque no tomamos once y vemos que cantamos el domingo?
Resultado de la llamada: tardes enteras de risas y cantos, muchos cantos.

Escena 7 (Pastoral Juvenil de Talca)

"Andrea, ¿podrían acompañarnos a cantar a un retiro?" Comienzan las salidas a retiros a Vilches, a la casa de ejercicios... Para esta época la Valeria está grande y canta siempre con el grupo, y Francisco tiene una voz masculina que da peso y aporta en pasajes en los cuales se necesita la voz de hombre...

Escena 8 (cualquier lugar donde nos encontremos)

No hace falta mucho rogar para sacar la guitarra y cantar. Es tan fácil a ratos porque se coincide en los gustos, pero en otros es difícil porque los carácteres chocan. Pero ya la relación de años da otro toque a los canturreos. No necesitamos hablar para saber que tiene que hacer cada uno, y el gusto de juntarse a reír con la música de fondo es la motivación de seguir adelante juntos, pese a que la vida va pasando y cada uno comienza a tomar su propio vuelo.

Escena 9 (Terminal de buses año 2000)

Luego de un viaje juntas, Jessica toma una decisión difícil pero que espera la hará feliz. Se embarca a Santiago para hacerse religiosa... los cantos serán diferentes sin su voz alta y más alta... Queda un espacio. Pasarán varios meses antes de poder suplirlo.

Escena 10 (Gimnasio Municipal año 2002)

Se necesita un grupo que cante para un festival, y los amigos de la pastoral se han acordado de estos hermanos y sus amigas para que sean el plato de fondo. No queda otra que organizar los cantos y partir al desafío. Pero antes de partir un detalle: ¿cómo nos llamaremos? Momentos de duda, de tensión. No sabemos como llamarnos, somos los que somos, nunca habíamos necesitado un nombre. Falta poco para que sea la hora del "debut" y mientras ensayamos alguien dice para empezar una canción: "tres y..." Queda. Ese es nuestro nombre, pero por favor con i latina repetida tres veces: i i i.

Escena 11 (Cualquier parte del 2002 para adelante)

Oye, tengo que cantar en un matrimonio...
Necesito si me pueden acompañar a cantar en un funeral...
Tengo una presentación en el colegio...
Hay un retiro...
En la u necesitan un grupo...

¿Hay algo más rico que poder contar con la familia y los amigos? Apoyo incondicional por parte de todos cuando de cantar se trata. Un apoyo que solo dan los años de cariño y amistad...

Escena 12 (Talca, España, Valparaíso, Santiago, Concepción)

La vida pasa y los caminos se van separando. Ruth se casa y vuela lejos a España. Parte importante del grupo se va con sus manos y voz. La comunicación sigue viva, pero hay que esperar un viaje para volver a cantar juntos otra vez. Pancho se va a estudiar a Conce... es más difícil ahora tomar once todos juntos. Valeria migra al Puerto, está grande... ahora hay más kilómetros que juntar para estar rodeando la misma guitarra. Andrea, Verito y Paula asumen nuevas responsabilidades que el trabajo entrega. Los tiempos son más escasos, más difíciles de congeniar.

Pero no falta el rincón del año en donde se puedan reencontrar. El lazo es más fuerte que la distancia, más resistente que el poco tiempo. Con la Ruth a lo lejos, igual seguimos cantando.

Escena 13 (Talca, enero 2007)

Lo lindo de la distancia es la magia que regala al momento del reencuentro.
Luego de meses sin estar todos juntos, el esperado y casi frustrado viaje de la integrante Nº6 del grupo logra ese tan ansiado momento: volver a cantar sin kilómetros de por medio.
Cantos y risas, oncecitas mientras se cuentan las anécdotas pendientes, melodías que son vivo recuerdo de una historia que es pasado pero también presente.

Escena 14 (Casa de los Barros, domingo 12 de Agosto del 2007)

La vida de cada uno sigue adelante.
Nuevamente los kilómetros se interponen a la espera de un nuevo reencuentro.
La tacita de té sigue en la mesa servida.
La guitarra sobre el sillón espera ansiosa que la abracen.
Las voces guardan en silencio aquellas canciones especiales.
El cancionero semi abierto en alguna repisa espera paciente.
Todo parece un cuadro dormido. Dormido, no muerto. Porque tan pronto desaparezcan los kilómetros impuestos por la vida, esa mesita volverá a regalar el tecito que acompaña el guitarreo y los cantos harán brotar las risas contenidas que sólo entrega esos momentos únicos en que somos " i i i ".


Con muchísimo cariño para

la Ruth, la Vero, la Varelia, la Pochis y el Pancho.
Los quiero siempre, los necesito aún más.
Y ojalá nunca dejemos de cantar juntos...

martes, agosto 07, 2007

Cuando las manos no alcanzan para llegar al dolor de quienes amamos

Uno siempre quisiera tener en la mano la solución para evitar el dolor de quienes más queremos. Incluso a veces creemos lograrlo, al estar ahí, al compartir risas... falsas señales por las que nos dejamos llevar y olvidamos ver lo escencial, eso escencial que según el principito es invisible a los ojos.

Que triste darse cuenta que muchas de las últimas alegrías están supendidas en el aire, sobre una base de penas y dolores que desconocemos, que obviamos o que simplemente no logramos percibir. Más triste aún tener que escuchar la realidad a través de letras de esa persona que se ama y necesita tanto, porque tiene por naturaleza la capacidad de llegar a esos rincones más oscuros que ocultamos para parecer felices.

Y aquí, luego de pensar un rato no se llega a ninguna solución. Son tantas cosas que se escapan de nuestras manos, y la rabia por no poder alcanzar esas penas de quienes tanto amamos se acentúa. ¿Qué hacer?

A veces las cosas son injustas. Y muchas otras somos nosotros quienes ayudamos a que las cosas sean así. Sin embargo hoy la pena es más fuerte porque siento que no hay mucho que yo pueda hacer, y lo que esté a mi alcance lo haré, prometo que si... pero bien sabemos que esto pasa por las manos de gente testaruda o llena de odio no sabe poner límites a sus propios problemas.

Tal vez, como escuché por ahí, nos falta rezar más fuerte, rezar con más fe y de manera más constante para ver si la tranquilidad que necesitamos llega de esas manos que si son capaces de tocar cada dolor, cada pena por más grande que sea.
Aquí encontrarán parte de mi historia, parte de lo que soy, algo de lo que vivo día a día...