jueves, diciembre 25, 2008

FELIZ NAVIDAD


Veinticinco de Diciembre. Día especial. Sólo quedan siete días para que acabe el año y la fiesta de un nacimiento llena mi casa.

La fe por sobre cualquier otro sentimiento se apodera de mis pensamientos.

Fe de que este niño nace y renueva mi vida y la de los que amo.
Fe de que las cosas mejorarán.
Fe de que la felicidad se colará en cada espacio que habito.
Fe de que todo lo que creo es verdad...

Y mis palabras brotan como una oración por quienes amo, por quienes están lejos y porqué no decirlo también por mi. ¿Quién no necesita un poco de fuerza nueva en esta época? Esa que se puede encontrar en la sencillez de un pesebre lleno de paja, en los ojos de un niño que trae una historia de amor que perdurará por siglos... y se revela la majestad de un rey ante un buey, un burrito, ante gente humilde.

Por ti y para ti estas palabras llenas de deseos de bien:

Para que nunca falte en tu vida alguien que abrigue tus días, tus sueños, tus alegrías como los animalitos cobijaron ese día al niñito Jesús.
Para que siempre una estrella ilumine tus días, hasta los más oscuros y nublados, tal como sobre el portal un astro anunciaba la presencia del Dios hecho hombre.
Para que siempre tus ojos estén transparentes para mirar con humildad tu propia vida, y en la sencillez de lo cotidiano encuentres la felicidad que tanto ansiamos tener.

Hoy tenemos una imagen que nos alienta a seguir y a renovarnos.
Frente a nosotros la invitación a renacer de la mano de un niño que nos ama en su inocencia y ternura...

Ojalá esta sea una Navidad feliz junto a quienes aman ... y mis deseos de alegría para cada uno de los que lean estas palabras.

Aquí encontrarán parte de mi historia, parte de lo que soy, algo de lo que vivo día a día...