Abro los ojos y los colores aparecen ante mi. Respiro... estoy viva, existo. Miro mi cuerpo: espacios lindos, otros que quisiese siempre ocultar; qué más da, esto es lo que soy.
Rodeo con mis brazos mi cuerpo, y por unos segundos agradezco lo que veo, porque es este el traje que me ha llevado por tantas luces llenas de alegrías, otras veces por sombras un poco más tristes. Pero cada día vuelvo a abrir los ojos... sigo aquí, sigo existiendo.
Y vivo gracias a un ser superior que me regala todas las mañanas amaneceres, vivo gracias al amor que se manifestó en mis padres, vivo gracias al constante cariño que me regalan tantas personas.
A veces miro todo y me desespero porque no soy lo que sueño. Grito en silencio porque no tengo lo que en ese momento creo necesitar. Pero tras esos segundos siempre aparece algo que me devuelve la alegría, y el sentimiento eterno de gratitud por sentirme viva.
¡¡Gracias por cada sonrisa, por los llantos y las palabras con las que convivo a cada segundo!!
Gracias por cada persona que se ha cruzado y me ha mirado.
Gracias por las huellas que han marcado mi sendero.
Gracias por todas las manos que han tocado algún espacio de mi.
Gracias por cada amor que recibo y vivo a diario.
Gracias por la luz que me llega en forma humana y cercana.
Fienalmente, gracias Señor por este día que agradezco el estar aquí viva... porque respiro, porque siento y porque con todas mis fuerzas puedo decir que existo.
Rodeo con mis brazos mi cuerpo, y por unos segundos agradezco lo que veo, porque es este el traje que me ha llevado por tantas luces llenas de alegrías, otras veces por sombras un poco más tristes. Pero cada día vuelvo a abrir los ojos... sigo aquí, sigo existiendo.
Y vivo gracias a un ser superior que me regala todas las mañanas amaneceres, vivo gracias al amor que se manifestó en mis padres, vivo gracias al constante cariño que me regalan tantas personas.
A veces miro todo y me desespero porque no soy lo que sueño. Grito en silencio porque no tengo lo que en ese momento creo necesitar. Pero tras esos segundos siempre aparece algo que me devuelve la alegría, y el sentimiento eterno de gratitud por sentirme viva.
¡¡Gracias por cada sonrisa, por los llantos y las palabras con las que convivo a cada segundo!!
Gracias por cada persona que se ha cruzado y me ha mirado.
Gracias por las huellas que han marcado mi sendero.
Gracias por todas las manos que han tocado algún espacio de mi.
Gracias por cada amor que recibo y vivo a diario.
Gracias por la luz que me llega en forma humana y cercana.
Fienalmente, gracias Señor por este día que agradezco el estar aquí viva... porque respiro, porque siento y porque con todas mis fuerzas puedo decir que existo.