viernes, junio 19, 2015

Desarraigo

Hoy me puse a pensar que ha sido lo más difícil de estos meses.
Y no es la falta de comodidades. 
Miro el lugar que me rodea... una pieza ultra pequeña, donde está lo poco que traje conmigo, y pese a ser tan poco de lo que estaba tan acostumbrada a tener, colapsa el poco espacio en el que debo ingeniármelas para ordenar mis cosas. Pero lo que si tiene su espacio es una pared llena de fotos de mi gente, y un pequeño altar donde siento que no estoy sola... aunque a veces así lo sienta.
Hoy descubrí cuál ha sido el proceso que más me ha costado que es el experimentar la sensación de desarraigo de cosas tan fundamentales en tu vida. Esta tarde añoraba estar en el lugar en el que desarrollé gran parte de mi fe. Un lugar donde viví, fui y siento que aún soy comunidad. 
A la lejanía cantaba y rezaba mientras pensaba que de los meses que llevo acá no he tenido la oportunidad de compartir una oración, un canto, una reflexión con nadie... salvo con el silencio acompañado según mi fe por ese padre que no abandona, por esa madre que me abraza cada día.
Pero no por eso deja de ser difícil, triste a ratos. Y claro, porque pasar de un día lleno de esos momentos compartidos, acostumbrarse a vivirlos en soledad ha sido un proceso al cual no termino de acostumbrarme.
Además porque creo que he vivido el desarraigo de tantas otras cosas. 
Fue una opción personal, razonada y analizada. Lo tengo claro. Y creo asumirla día a día con la alegría de saber que estoy aprendiendo y creciendo. Sin embargo insisto, eso no lo hace más sencillo. 
Sobre todo cuando llegas a un lugar donde no tienes donde arraigarte.
Aún no he podido trasplantar gran parte de mis raíces. No se si existe un lugar aquí donde colocarlas. Soy una afuerina que no tiene más cabida que la que ya tiene, como una persona que viene a prestar un servicio, del cual me nutro para ser feliz día a día. Pero nada más.
Entonces es cuando siento que pese a estar contenta, no pertenezco. 
Debo aprender dicen, debo darme tiempo... y es verdad. Pero hay partes de mi que al parecer no será cosa de tiempo. ¿Cómo lleno esos espacios?
Contradicciones que intento aclarar para ser feliz con la opción que hoy vivo. 
Contradicciones que a ratos me hacen llorar en silencio buscando la verdadera fuente que debe mantener viva todas las partes de mi alma pese a sentirme tan lejana de ésta.
Difícil y desafiante desarraigo.

No hay comentarios.:

Aquí encontrarán parte de mi historia, parte de lo que soy, algo de lo que vivo día a día...