FELIZ CUMPLEAÑOS HERMANA...
Creo que sólo tú vas a poder entender si digo que algo especial nos marcó toda la infancia y la adolescencia, y eso fue el tenernos la una a la otra. Somos cinco, y sé que amo a cada uno tanto como al otro, cada uno es diferente y especial, a cada cual lo necesito siempre para sentirme completa. Pero por esas cosas que uno no maneja es contigo con la que me tocó crecer de manera más cerca, vivir más momentos juntas, compartir más espacios libremente escogidos.
Hoy me es difícil no tener sentimientos encontrados. Agradezco tu vida, y el que hoy estés formando nueva vida dentro de ti... pero si soy sincera y pudiese escoger un deseo en este momento, sería el estar contigo abrazándote en tu cumpleaños. Los meses han ido mermando lentamente esta distancia, mas estos días las emociones afloran casi sin darme cuenta. Y necesito mis brazos para extenderlos hacia ti, como necesito mi boca para decirte todo lo que te quiero...
Distancia difícil en este día, pero una distancia que sin duda nos ha ayudado a crecer, y a valorar lo que quizás muy pocas veces agradecí antes. Incluso pienso que más de alguna vez detestamos el estar tanto tiempo juntas, salir siempre juntas, tener que compartir las amigas. Pero no imagino mi personalidad si no hubiese sido así, y es que aunque rara vez conversamos cosas más personales, cada una sabe que en el fondo siempre supimos cuando algo le pasaba a la otra. El espacio más tonto que nos hemos tomado todos estos años es el de mantener esos secretos supuestamente ocultos, porque no dudo que siempre supe cuando algo te pasaba, cuando querías ocultar alguna pena o alguna sabrosa historia en la cual no me debía entrometer... (la cercanía a veces es copuchenta y revela esos secretos que intentamos esconder y no tiene la decencia de preguntar si eres amiga o la hermana chica de la persona en cuestión) Y sé que este flujo de información era mutuo, no me cabe duda que tú también has sido testigo silente de muchas de mis historias personales. Si Ruth, hemos perdido tiempo y fuerzas en escondernos la una de la otra, somos hermanas y nos conocemos más de lo que cada una cree.
Es tal vez esta complicidad que hemos mantenido por tantos años la que hoy extraño tanto, como también se extraña lo cotidiano, las peleas tontas, las risas que nosotros solamente entendemos, los cantos... Pero la otra cara es el que esta distancia te ha dado la gran oportunidad de estar con quien amas y comenzar una historia propia que desde hacía tantos años se merecían. Y soy feliz al saberte feliz con el Oscar, y más ahora que la felicidad quiere expandirse en ese niño que crece en ti. Comparto a la distancia estas alegrías de ambos, y ya habrá momentos para que nos abracemos nuevamente. Por ahora los brazos han de ser mentales, cibernéticos, telepáticos, o como quieras. Total, ¿qué importa eso hoy día si sabemos que nos tenemos y nos amamos?
Te amo mucho...
Y nuevamente feliz cumpleaños...