martes, agosto 25, 2009

El cumpleaños de mi hermano chico

Hoy es el cumpleaños de mi "hermano chico".

Hoy en mi casa todos recordaron a la "guagua" de la casa, que este año le ha tocado celebrarlo en otra cuidad, junto a su polola y sus amigos. Si, porque el niño ha crecido y ya está terminando su carrera universitaria. De chico le queda mi nombrar, pero de niño creo que mucho: imaginación y creatividad casi intactas al paso de los años y su espíritu de monito animado siempre al borde de un chiste que relaja cualquier momento.

Si algún día tuviera tiempo de escribir un libro de mis recuerdos, lo más probable es que muchas hojas estarían llenas de momentos junto a él. Y como no, si crecimos con los mismos juguetes, compartimos gran parte de nuestros juegos, y dejamos que la imaginación se apoderara de nuestras tardes en la galería que fue testigo de todo lo que inventábamos: casas de cubos, goles debajo del ropero, monines en coro... o en esos veranos sinónimos de vilches y pellines, con columpios aaaltos, o reinos de cochayuyonia. Miles de historias sin duda, cada una guardada en mi mente y mi alma como un tesoro que cuido porque revelan fielmente lo que hoy soy, y te revelan a ti, lo que fusite, el molde que te hizo hoy un joven hombre lleno de cosas lindas.

Hoy estás de cumpleaños y al repasar lo que eres me doy cuenta feliz que poco se ha ido de ese niño, y has profundizado en ti cosas que otros pierden al madurar: la sensibilidad. Es un verdadero orgullo darse cuenta que uno tiene cerca, muy cerca de uno alguien que es capaz de captar lo más simple en lo diario y hacer de ello una linda fotografía, o que logra escribir lo que el alma le dicta, o expresar una idea en dibujos, en un tallado. Creo que dentro de ti vive un artista tan completo que puede abarcar muchas ramas del arte al mismo tiempo, y que se muestra cada vez que surge el espacio para hacerlo. Y me gusta sentir que los que son mi sangre aprecian y viven esa sensibilidad como algo bueno, tal vez porque todos compartimos esa inquieta semilla en el cordón de nuestra madre.

Hoy soy feliz al saber que te tengo cerca. Saber que existes para compartir mi mundo y yo conocer el tuyo. Tenerte para reír con un video de les luthiers, para cantar una canción del recuerdo, para proponer un concurso de fotos que siempre ganas. No necesito un gran momento para ser feliz a tu lado, porque se que lo mejor de nuestras vidas está en lo más simple y cotidiano. Nos enseñaron así y así es como quiero seguir viviendo.

Este día que celebramos el que hayas nacido sólo puedo decirte cuánto te amo y lo mucho que necesito saber que existes para acompañar los días que a la larga se transforman en nuestra vida, nuestra historia. Felices veinti... Y para que nunca se te olvide siempre serás "mi hermano chico"...

domingo, agosto 23, 2009

¡¡Tu rostro Jesús!!

Tocan mi puerta. Al abrirla sólo siento el viento en mi cara y unas cuantas gotas de esa lluvia que se avecina. La cierro sintiéndome tonta de haber creído oír que llamaban. No alcanzo a dar dos pasos y nuevamente escucho que la tocan. Ahora si estoy segura, alguien está del otro lado de la puerta. Abro y al no encontrar persona alguna intento descifrar ese extraño llamado. Pero no es necesario, al mirar con mayor detención veo unos ojos que me miran ocultos entre los arbustos bajo los naranjos de mi jardín. Al pestañear ya no son dos ojos, son cuatro... ocho... doce...

Esa sensación es la que he vivido estos días. Luego de varias veces de preguntar: ¿acompañarás a la actividad solidaria del sábado... del domingo? no me quedaron más posibilidades que aceptar, tomar la guitarra y mi mejor ánimo para partir a unas casas llenas de rostros dolientes pero ansiosos de una sonrisa, una palabra que llegase hasta los recuerdos más felices de sus vidas.

Encamino mis pasos al encuentro con este Cristo real, ese que olvidamos tan fácilmente mientras nos sumergimos en nuestro propio mundo. Basta un alto para descubrir que está ahí esperando, paciente, callado, tras unos ojos perdidos en los recuerdos de un pasado joven, lejano. ¡¡Ayúdame Señor!!, es lo que grito por dentro mientras mis manos se estrechan con esas ásperas y cansadas manos, partidas por el paso de los años. Y grito porque no se qué palabras saldrán de mis labios en ese momento de encuentro, busco en mi mente la pregunta precisa que abra ese mundo tan celosamente guardado por el corazón del hombre.

Es la música mi mejor aliada esa tarde porque al parecer una tonada o una ranchera de las que aprendí de chica son la mejor palabra para sacar una sonrisa de todos esos rostros, incluso algunos mueven sus labios y de sus bocas brotan melodías y frases, las mismas que yo canto. Emoción en mi piel, de mis labios una sonrisa sincera crece y la dejo expresarse libre. Aunque sea por un par de horas muchas personas hemos regalado alegría y hemos recibido a cambio un regalo aún mejor: el rostro de Cristo hoy día, vigente... necesitado y doliente, pero al mismo tiempo humilde y alegre de haber encontrado en varias puertas la acogida favorable a su llamado este día invernal.

jueves, junio 04, 2009

A la niña de los pasillos...


Una niña vestida de azul deja caer su pelo tierno en sus hombros.

Y sonríe tras mi hombro y juega entre los aires fríos de los pasillos que transito.

Sus pasos se acercan cada vez que la guitarra hace vibrar cada una de sus cuerdas, y en silencio caprichoso la siento disfrutar con cada melodía cantada.

Está ahí, tan lejos y tan cerca a la vez. Me acompaña sin saber qué la ha ligado a mi. Yo no la busco, sólo llega, mas dejo que se siente cerca mío porque entiendo que algo especial existe en esos momentos de música para su inocente vida.

Niña háblame desde tu mundo y dime que buscas... ¿qué quieres? ¿Es tu alma un canto de alegría trunca?

Yo seguiré cantando, mi guitarra seguirá sonando.
¿Seguirán tus brazos pequeños estrechando estas melodías compartidas?

Ya no tengo miedo, tras mis hombros siento tu vida inocente alegre en mi propia alegría que vivo en la música, y si ella hoy te hace feliz compartámosla hasta que tu alma encuentre el canto más profundo y eterno...

domingo, mayo 24, 2009

Verte reír es todo lo que hoy necesito

Con cariño estas palabras para quienes más amo desde siempre...


Hoy busco entre los recuerdos tu risa más pura y sincera.

Me estremezco porque siento que ahí está la llave para tu alegría. Pero me cuesta encontrarla y no la identifico con la claridad necesaria.

Camino tras tus pasos. Y siento el arrastre silencioso de tus dolores y pensamientos. Intento seguirte sin hacer ruido, para que no descubras que voy siguiéndote. Pero estoy ahí y si callo es porque... no se la verdad porqué callo. Creo que es simplemente porque no sabría que decir al ver tu rostro esperando mis palabras.

Siento que las fuerzas me abandonan a ratos y comienzo a buscarla con mis manos, con mis ojos, con mi mente... y la busco fuera de mi, en quienes amo, en quienes me aman.

Y ahí descubro que mi fuerza está en algo tan propio como es la sonrisa.

Sonrisa que uso para saludar, para decir que amo, para gritar que estoy feliz, para dar confianza, simplemente para compartir vida.

Pero mi sonrisa necesita alimentarse, no es tan inherente como quisiera a mi. Se nutre en la sonrisa ajena, la hurto en silencio para hacerla propia.

Y hoy mis fuerzas están al límite, y necesito seguir paso firme... firme para no alejarme de tus pisadas.

Tal vez con un paso más decidido podré colocar mi mano en tu hombro y nunca más alejarla.
¿Me ayudas? Deja que hoy saque de ti esa sonrisa que busco hace días. Hoy es la más poderosa... ¡invencible! y luego si quieres puedes robar de mi todas las risas que quieras.

Si hiciera una lista en este momento de todo lo que quiero y necesito tengo muy claro la que estaría en el primer lugar... adivina cuál es...

"Verte reír es todo lo que hoy necesito"...

viernes, mayo 22, 2009

Paisajes

¿Existe un mundo más cálido del que estoy viviendo hoy?

Me pregunto esto en cada segundo de esta noche, y de tanto cuestionar y pensar he logrado dibujar en mi mente el siguiente cuadro...

Una casa de adobe se eleva entre unos terrones, un poco oculta tras dos grandes árboles frondosos, altos y verdes. El camino que la conduce está con barro, elemento que delata la lluvia otoñal que se dejó caer sobre ella. Barro entre hojas secas. Y flores silvestres que dan color vivo y alegre a este paisaje.
La casa huele a té... y pan amasado... Es hora de la once. Unas manos toscas y firmes salen en busca del brasero ya listo, y es en ese momento en que se abre la puerta cuando pudo mirar hacia el interior de la casa. Una mujer mayor afana con cariño en colocar un mantel de plástico, y sobre él varias tasas, el té y el pan. Intento contar... dos, tres... cinco. Cinco son los puestos. Pero sólo la veo a ella, y el señor manos toscas que entró el brasero.
¿Habrán de llegar tarde a la cita el resto de los invitados a tan rica once?
Ella se sienta luego de colocar una tetera tiznada sobre el fuego del brasero. Él le dice algo que no alcanzo a oír, pero luego de un gesto cariñoso de ella, se pone de pie y desaparece por unos segundos. Cuando vuelve lleva entre sus manos un trozo de queso añejo. Se sienta nuevamente junto al fuego y con una sonrisa cansada algo murmura mientras corta el queso y lo asa lentamente.
Entonces escucho el ruido desde fuera de la casa. Me escondo tras unas matas para no ser descubierta y seguir mirando. Son dos niñas. Ríen bulliciosamente y sus pies aceleran cuando descubren el olor del pan recién horneado. Entran a la casa y cierran la puerta alegres.
Desde la ventana veo como se sientan y el rostro ajado de la mujer se vuelve de pronto más joven. Sus pasos se tornan rápidos para servir té en cada una de las tasas. Y entre risas y miradas dulces el pan de la mesa se va acabando, el agua de la tetera va desapareciendo...
De pronto las figuras desaparecen, y queda sólo ante mis ojos la mesa ya vacía. Pero algo hay sobre ella... un último pan al lado de una tasa de té servida, que nadie comió ni bebió. Y al mirarla y tratar de tocarla para traerla a mi, se desvanece, desaparece la mesa, se borra la casa, se pierden los árboles y el brasero.
Y sólo queda ante mi la negra noche.

Si... existe no lejos mío un mundo más cálido, y yo lentamente lo estoy haciendo desaparecer.

martes, abril 28, 2009

Vida dormida


Las palabras de pronto se volvieron esquivas y se alejaron de mis manos siempre sedientas de letras que derramar sobre estas teclas.

Mi mente ha vagado por muchos mundos diferentes durante estos meses de silencio aparente. Y esta noche disfruto de este reencuentro con mis líneas, con lo que soy y pienso en el silencio de mi pieza y que poco comparto.

Se conjugan lentamente alegrías y recuerdos, angustias y penas, presente inmediato, futuro incierto.
Y siento caer en un torbellino de cosas, actividades casi ajenas a mi, una vida paralela mientras la mía duerme profundamente sin inmutarse frente a mis sacudidas para que vuelva a mi lo más pronto posible.

Desespero ante la impotencia de no poder despertar, o de darme cuenta que nunca he dormido, sino que soy la única que ha causado esta dicotomía de mundos.


Escucho el silencio de la noche que se contrapone con el ruido de mi alma. Nunca quieta, nunca callada. Quisiera calma hoy, mañana... ¿Existe realmente o es como un cuento de hadas que anhelamos que sean ciertos pero en el fondo siempre supimos que eran ficticios? Verdad o mentira, pido silencio, ruego por un poco de quietud dentro de mi.


Cierro y abro los ojos. Sigo aquí, donde mismo. No ha sido un sueño, es mi realidad... asúmelo o haz algo para cambiarlo... eso me repito una y otra vez. Pero se que es más grande mi incapacidad por cambiar la rutina que mis ganas de hacer que desde hoy todo sea diferente.

Así que mejor cierro los ojos y dejo que la mudez de esta hora pelee a muerte con mi eterno e inquieto mundo interior.

Aquí encontrarán parte de mi historia, parte de lo que soy, algo de lo que vivo día a día...