domingo, mayo 24, 2009

Verte reír es todo lo que hoy necesito

Con cariño estas palabras para quienes más amo desde siempre...


Hoy busco entre los recuerdos tu risa más pura y sincera.

Me estremezco porque siento que ahí está la llave para tu alegría. Pero me cuesta encontrarla y no la identifico con la claridad necesaria.

Camino tras tus pasos. Y siento el arrastre silencioso de tus dolores y pensamientos. Intento seguirte sin hacer ruido, para que no descubras que voy siguiéndote. Pero estoy ahí y si callo es porque... no se la verdad porqué callo. Creo que es simplemente porque no sabría que decir al ver tu rostro esperando mis palabras.

Siento que las fuerzas me abandonan a ratos y comienzo a buscarla con mis manos, con mis ojos, con mi mente... y la busco fuera de mi, en quienes amo, en quienes me aman.

Y ahí descubro que mi fuerza está en algo tan propio como es la sonrisa.

Sonrisa que uso para saludar, para decir que amo, para gritar que estoy feliz, para dar confianza, simplemente para compartir vida.

Pero mi sonrisa necesita alimentarse, no es tan inherente como quisiera a mi. Se nutre en la sonrisa ajena, la hurto en silencio para hacerla propia.

Y hoy mis fuerzas están al límite, y necesito seguir paso firme... firme para no alejarme de tus pisadas.

Tal vez con un paso más decidido podré colocar mi mano en tu hombro y nunca más alejarla.
¿Me ayudas? Deja que hoy saque de ti esa sonrisa que busco hace días. Hoy es la más poderosa... ¡invencible! y luego si quieres puedes robar de mi todas las risas que quieras.

Si hiciera una lista en este momento de todo lo que quiero y necesito tengo muy claro la que estaría en el primer lugar... adivina cuál es...

"Verte reír es todo lo que hoy necesito"...

viernes, mayo 22, 2009

Paisajes

¿Existe un mundo más cálido del que estoy viviendo hoy?

Me pregunto esto en cada segundo de esta noche, y de tanto cuestionar y pensar he logrado dibujar en mi mente el siguiente cuadro...

Una casa de adobe se eleva entre unos terrones, un poco oculta tras dos grandes árboles frondosos, altos y verdes. El camino que la conduce está con barro, elemento que delata la lluvia otoñal que se dejó caer sobre ella. Barro entre hojas secas. Y flores silvestres que dan color vivo y alegre a este paisaje.
La casa huele a té... y pan amasado... Es hora de la once. Unas manos toscas y firmes salen en busca del brasero ya listo, y es en ese momento en que se abre la puerta cuando pudo mirar hacia el interior de la casa. Una mujer mayor afana con cariño en colocar un mantel de plástico, y sobre él varias tasas, el té y el pan. Intento contar... dos, tres... cinco. Cinco son los puestos. Pero sólo la veo a ella, y el señor manos toscas que entró el brasero.
¿Habrán de llegar tarde a la cita el resto de los invitados a tan rica once?
Ella se sienta luego de colocar una tetera tiznada sobre el fuego del brasero. Él le dice algo que no alcanzo a oír, pero luego de un gesto cariñoso de ella, se pone de pie y desaparece por unos segundos. Cuando vuelve lleva entre sus manos un trozo de queso añejo. Se sienta nuevamente junto al fuego y con una sonrisa cansada algo murmura mientras corta el queso y lo asa lentamente.
Entonces escucho el ruido desde fuera de la casa. Me escondo tras unas matas para no ser descubierta y seguir mirando. Son dos niñas. Ríen bulliciosamente y sus pies aceleran cuando descubren el olor del pan recién horneado. Entran a la casa y cierran la puerta alegres.
Desde la ventana veo como se sientan y el rostro ajado de la mujer se vuelve de pronto más joven. Sus pasos se tornan rápidos para servir té en cada una de las tasas. Y entre risas y miradas dulces el pan de la mesa se va acabando, el agua de la tetera va desapareciendo...
De pronto las figuras desaparecen, y queda sólo ante mis ojos la mesa ya vacía. Pero algo hay sobre ella... un último pan al lado de una tasa de té servida, que nadie comió ni bebió. Y al mirarla y tratar de tocarla para traerla a mi, se desvanece, desaparece la mesa, se borra la casa, se pierden los árboles y el brasero.
Y sólo queda ante mi la negra noche.

Si... existe no lejos mío un mundo más cálido, y yo lentamente lo estoy haciendo desaparecer.
Aquí encontrarán parte de mi historia, parte de lo que soy, algo de lo que vivo día a día...