Final feliz

Tras algunos meses de preparación, días de ensayo, de compartir y estar con las niñas y muchas risas llegó el día de mostrar ese trabajo que era una ilusión para mi.
Fue ver el esfuerzo y el compromiso de manera concreta en 20 minutos, donde sé que hubo algunos errores, algunos detalles que hicieron que no fuese tan perfecto, talvez a la gente no le gustó, pero que más da cuando estás viendo a esas niñas con las que trabajo en una sala de clases, están dando lo mejor que tienen y están disfrutando el momento porque de verdad les gusta y porque sienten que lo están haciendo bien... y se entregan y ríen y luego de todo se acercan a uno felices porque se pararon en el escenario y vibraron con sus pequeñas actuaciones.
Eso es lo que me hizo más feliz ese día, el poder decir: valió el trabajo por el sólo hecho de ver la expresión de alegría en las niñas...