Entre la sal del agua que me brota
escribo esta canción aún doliente.
A diferencia de ayer
hoy surgen firmes rayos de sol.
Sol que atraviesa la pena
y siembra atisbo de sonrisas.
Del manantial de mi vida
brotan sales con sabor a esperanza.
Desde las solitarias flores
surgen infinidad de colores,
colores que a la luz del sol
vuelven a brillar y a mostrarse
y acarician suave las lágrimas
acallando los gemires solitarios,
devolviendo un poco la calma.
Dentro de mi el llano,
dentro de mi el color.
Conviviendo de la mano el dolor
y la luz reponedora.
Juego con ellos,
me dejo caer un momento,
pero no suelto la mano
de la fuerza que me impulsa
a resurgir.
Resurgir para ser feliz,
ser feliz para amar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario