
Muchas luces han estado siempre acompañando cada paso que doy. Algunas han sido momentáneas, o por períodos breves, pero siempre dejan su estela brillando durante varios días y noches.
En cambio existen otras luces que destellan para alumbrarnos durante toda la vida... regalos que se nos dan en distintas facetas, con diferentes nombres. Y hoy ese destello tiene nombre: Francisco... el pancho, mi hermano "chico".
Crecimos prácticamente al mismo tiempo. Mis recuerdos de niña están

Claro que al parecer, en algún momento, yo dejé de ser un poco niña y él no. Tengo tan claritos sus reclamos por las invitaciones a jugar que rechacé en esa época. A ratos me gustaría cambiar esas negativas del pasado para haber acumulado más recuerdos de esos junto a él.
Crecimos los dos. Desarrollamos nuestras mentes bajo los mismos ideales traspasados en nuestra familia, pero nuestras personalidades diferentes se dieron a conocer tan rápidamente crecimos.
Y somos diferentes... mucho a veces... pero somos tan iguales en otras ocasiones...
Para varios, él parece ser mayor que yo, por nuestros modos de actuar y el modo en que él me ve. Incluso en ocasiones las peleas que pueden surgir son a raíz de que mi opinión no tiene el peso que yo quisiese... no son de tanto

Incluso creo que a veces puedo justificar el parecer menor que él. Porque creo que lo que más admiro de él, es su coherencia entre lo que dice y lo que hace (algo que a veces a mi me falta tanto). La firmeza con que puede actuar si está convencido de lo que hace... correcto... un hombre correcto. Siento con orgullo que puedo decir que heredó los mejores rasgos de mi papi, y eso me hace feliz.
Hoy día cumple 22 años. Y tiene que seguir creciendo. Tal vez hay cosas que le faltan por madurar, otras cosas que debe descubrir y otras que debe cambiar. Pero me alegra ver que hoy lo que tengo por hermano es bueno, alguien que se merece mucho... alguien a quien amo mucho por ser quien es, lo que me hace agradecer eternamente el compartir "su sangre".

Pancho, feliz cumpleaños... te quiero... gracias por ser quien eres... gracias por ser una luz constante en mi vida, y gracias por todo lo que puedo aprender de ti. Y nunca te olvides que a veces nos cuesta salir adelante, pero la fuerza uno la puede encontrar en muchas partes para seguir luchando, y una muy importante fuente de energía es la familia.