martes, julio 23, 2013

Inmigrante

Una inmigrante más en el país de las sonrisas.
Adaptándose al lugar que la recibe, pero nunca parte de él.
Inmigrante que avanza por caminos diversos,
topando de frente con lugareños amables,
otros vacilantes en el trato, 
que la hacen sentir una extranjera más.

Inmigrante que no cesa de luchar,
que busca el pasaporte que cambie su país de origen.

Inmigrante que asume finalmente,
que no pertenece. 

Claroscuro

Escarbo entre los claroscuros de mi alma inquieta.
En el lado claro de mi vida la sonrisa que provoca el corazón,
un corazón feliz de saberse querido,
ese que descubre el milagro del cariño genuino.
Cariño que se basa en los gestos más sencillos,
en una palabra, una imagen, 
un gesto de cariño no dicho pero recibido.
Claros que se tiñen con los ribetes de las sonrisas recibidas.
Por otra parte mis oscuros.
Tantos oscuros que embrutecen mi persona.
Oscuros en la pena de sentirse lejos de quienes están cerca,
oscuridad que ronda el alma sensible,
negruras que arrebatan en dos segundos la felicidad aparente. 
Un alma que esconde oscuridades y que evidencia,
evidencia en el momento de la inseguridad.
Alegrías en los claros, miedos en los oscuros.
Claros de sonrisas, oscuros en las lágrimas silenciosas.
Una mezcla que habita en mi vida,
y que se visitan tan a menudo 
dejando al desnudo mis sentires frágiles
y vulnerables al más mínimo detalle.
Hoy soy un claroscuro que ronda entre un frío invierno.
Un claroscuro que da sombra y luz a otros seres... 


sábado, mayo 25, 2013

Próxima estación, Talca.



En el último vagón del tren, sentada en el suelo y con mis ojos que casi se cierran, he dejado de pensar y observo. Solamente observo.

Pasillos llenos, hasta donde mi vista alcanza veo unas 20 personas de pie. Otras tantas como yo, sentadas en escalones, el suelo, acomodadas entre bolsos, cajas, mochilas y sacos de dormir de un grupo de chicos que no deben tener más de 16 años. A decir verdad, son los únicos que se escuchan hablar y reír, pese a estar de pie entre la muchedumbre. Sus bolsos denotan que alguna aventura les espera.

Al doblar mi cara y cambiar la mirada, una joven apoyada en el respaldo del asiento que no alcanzó a ocupar, está con su notebook abierto. No es difícil captar que chatea con facebook con a lo menos cuatro personas. Se sonríe a cada momento y se nota totalmente abstraída de lo que pasa en el resto del tren.

Un poco más allá, un joven se sonríe leyendo su celular. Dedos ágiles se mueven sobre el teclado touch, ha de estar escribiendo algún mensaje a quién sabe, ¿un amigo? ¿su polola? ¿algún familiar? Alzo mis ojos un poco más allá y no es el único que va pendiente del teléfono, a lo menos seis personas más van abstraídas en sus celulares.

Al fondo del tren, del carro del tren, una mujer carga en su regazo una guitarra. Desde donde voy no escucho sus melodías, pero toca arpegios mientras sus ojos cerrados evidencian concentración en su música, que sólo ella escucha. Hay movimiento en la gente. Muchas han tomado sus bolsos, otros tantos se han parado y se acercan a la puerta. El tren comienza a detenerse. Es la primera estación.

Aprovecho el recambio de pasajeros para sentarme en un asiento que ha quedado vacío. Al sentarme, noto que el cielo gris con el cual me subí ahora esta pintado de negro, y a ratos se ven destellos naranjos, rojos y amarillos de una ciudad que acompaña el sonido de los rieles bajo el peso de las ruedas. En algún momento del viaje, entre sueños divisé el cielo enrojecido... atardecía tras las personas y bolsos y yo apenas lo noté.

El vagón ahora ha quedado más desocupado. Mucha gente duerme, otros con audífonos (al igual que yo) van en un viaje de divagaciones, miradas perdidas más allá de donde otras personas pueden penetrar.

Me sorprendo sin embargo, al ver que no soy la única con lápiz en mano. Una joven, concentrada con una hoja en sus manos, escribe lo que parece una carta. Como esta que redacto yo, con la diferencia que la mía no tiene ni tendrá nunca remitente.

Frente a mi un hombre (ni joven, ni tan mayor) lee el diario del día. Comenta con quien le acompaña alguna noticia que yo no alcanzo a escuchar por la música que sobre mis oídos ha silenciado el mundo exterior. Sólo la vista me conecta al submundo que encierran los fierros y ventanas del vagón.

Sin quererlo, algo atrae mi atención hacia fuera de la ventana. Un resplandor sobre la oscuridad exterior. Al mirar, descubro para mi deleite una luna intensamente llena, amarillenta, con sus cráteres completamente definidos, y un baño de luz que desciende sobre algunas casas, árboles y valles que se dibujan tras los cristales. 

Vuelvo nuevamente la vista a las personas que viajan junto a mi esta tarde. Personas completamente desconocidas compartiendo un mismo viaje con destinos tan diversos.

Ahora que ya he observado varios cuartos de hora, inevitablemente son pensamientos los que agolpan el impulso de mi mano...

Un vagón para cobijar a lo menos cincuenta mundos que no se cruzan. Conviven por un par de horas pero que viven sus individualidades, cercadas por un asiento de distancia. Algunos más generosos, compartidos en grupos de amigos o familias, los menos para ser honesta.

¿Cuántas pensamientos, recuerdos, penas, alegrías, proyectos, canciones o simplemente ideas inconexas habrán surgido de todos esos mundos cercados?

¡Que maravillosa y al mismo tiempo temible individualidad cargamos a diario!. Y hoy yo he sido una más dentro de muchos que se subieron a este tren, y sin ánimo de interactuar, se puso sus audífonos al remanso de melodías amadas y simplemente se encerró en un silencio total mientras el viaje llegaba a su fin.

Aparecen nuevas casas, una nueva ciudad y alcanzo a oír: próxima estación, Talca.

jueves, enero 26, 2012

La mujer y su amigo

En su mundo parece la mejor elección. Ese camino que la llevará al destino correcto, bajo su mirada.

La mujer ha decidido tomar de la mano a su nuevo amigo que ha conocido una noche de deseperación.

Aquella noche ella lloraba amargamente al sentirse desdichada, incomprendida. Necesitaba que alguien la abrazara para saber que aún estaba en las tierras de los vivos. Y llegó, sin que ella le llamara. Se sentó a su lado. Sus ojos no expresaban absolutamente nada. Y su cuerpo era coherente con ellos. No se movió, no le abrazó, no le dijo nada, no secó ninguna de sus lágrimas. Sólo se sentó a su lado y la observó, respirando en cada uno de sus acongojados suspiros. Y ella agradeció este nuevo amigo aunque no llenara sus espacios de dolor íntimo.

La mujer luego secó sus lágrimas. O tal vez no, quizás fueron las sábanas que se las secaron mientras ella dejaba caer su rostro en ellas, hasta hacer de aquel manantial un suave rocío que cayó entre sueños agridulces y que duraron el resto de la noche.

Y cuando en el rostro de la mujer se secaron los surcos de la pena vertida, el amigo supo que no podía abandonarla. Velaría esa noche su sueño. Y cada noche que siguieron esa semana. Y muchos días más después de esa semana.

La mujer ha descubierto a su amigo. Buen amigo. No la abandona, es el único que conoce sus tormentos y risas. Camina con ella. Se ha convertido en su sombra.

Un día a la mujer se acerca un nuevo amigo. Más afectuoso. Le abraza, le habla, le tiende el pañuelo cuando llora.

Pero hasta su entonces fiel amigo que conoció en aquella noche de angustia, le vuelve la espalda. Desaparece en los intervalos en que le acompaña este nuevo amigo. ¿Celos? no lo sabe. Sólo sabe que cada vez que aparece quien le abraza, el otro se aleja silente, tan silente como cuando apareció.

La mujer se ha dado cuenta que debe optar. En su vida no hay cabida para los dos.

El primero ha sido fiel desde aquella noche... el segundo le ha dado toda esa piel que tanto añoraba...

Y luego de varios días tratando de decidir, se convence que es la mejor elección.

Lentamente el amigo que le abrazó, que le enjugó sus lágrimas y le regaló lindas palabras cargadas de cariño se aleja. Se aleja apesadumbrado, con los ojos llenos de tristeza. No tiene cabida en la vida de la mujer.

Satisfecho su primer amigo se vuelve a sentar en la cabecera de ella. Sabe que es el único. Sabe que ya no hay vuelta atrás. Ha ganado la batalla y ya no teme.

Aquella noche al apagar la luz de su pieza, sólo se aprecian dos siluetas.

Allí entre las sombras, duerme la mujer. A su lado, el silencio. Silencio que vela como tantas veces cada uno de sus sueños.

jueves, julio 21, 2011

Un día casi perfecto

Hoy fue un día casi perfecto.
Así me dijo hoy una amiga.

¿Casi perfecto?

Y ante mi pregunta, ¿por qué casi?, la respuesta fue una evasión...
porque la perfección no existe, ¿cierto?

Tal vez ahí está nuestro error, mejor dicho, mi error.

Esperar que la felicidad radique en momentos, espacios, personas perfectas. Y eso no existe, ni existirá.


Si tan sólo pudiese olvidarme de esa palabra, comenzaría a sonreír más.


Si dejase de esperar que los demás no se equivoquen me sentiría más acompañada.


Si viviera en función de lo bueno que pasó hoy y no de lo malo que me hizo sufrir, sería más agradecida del día que se me regala.

Si dejara de buscar desesperadamente mis actos perfectos, me daría cuenta que valgo un poco más...

Autoexigencias, exigencias que te imponen quienes te rodean, sociedad exigente.

Todo me lleva al día "casi perfecto", a la vida "casi perfecta", a los amigos "casi perfectos".

Hoy fue un día "casi perfecto" dijo mi amiga.

Pero agregó algo luego de esa frase que debería yo incorporar al final de cada día que viva...


"Hoy fue un día casi perfecto pero feliz"

Arcoiris

Hoy al despertar por mi ventana vi un arcoiris claramente marcado en el cielo gris.

Y en sus destellantes colores me vi envuelta, olvidando que para poder verlos cuatro gotas de lluvia corrían por el vidrio de mi ventanal.

Caían sin cesar miles de otras gotas. Mis ojos no las veían, porque bailaban felices entre el azul, violeta, rojo, amarillo... y yo sonreía al ver pintado el cielo con vida naranja, con música celeste.

Por unos minutos vi al arcoiris dar vida bajo el efecto de los rayos de sol que se colaban por entre las nubes y la lluvia de un día oscuro. Por unos minutos mi alma respiró profundo y se dejó llenar de luz y color. Y quiso recorrer el cielo con alas que la despojaran del cuerpo que la limitaba y retenía a ras de la tierra húmeda.

Mas de pronto los colores comenzaron a disolverse, y por mi ventana sólo vi gotas de agua que caían frescas. Tras ellas el cielo nuevamente era gris... el arcoiris se marchó y con él los rayos de sol que habían venido a visitar mi habitación.

Ya sin el deslumbramiento del azul, rojo, verde, naranja, ante mí quedó un paisaje opaco. Pero esta vez tenía un matiz de alegría, y es que entendí que basta dejar que un rayo de luz entre en el corazón que derrama gotas de tristeza, para que se llene de colores que cambian la faceta de un mismo paisaje... en sólo un par de minutos.

viernes, julio 01, 2011

Gotas de helada

Sobre la negra noche estrellada hiela.

Hiela sobre la techumbre de mi hogar,
hiela sobre el tejado de una ciudad cansada.

Y al caer el rocío cristalizado
tapa musgos, charcos y seres
que en el frío de la noche
duermen bajo un sueño helado.

Cae el hielo lentamente,
y se cuela sin miedo.

Se cuela por puertas y ventanas,
se cuela en el lugar que habito
se cuela en mis manos,
mis pies,
se cuela en mis pensamientos.

La noche serena deja caer la helada
y en mis párpados el peso del hielo
se deja sentir hasta que se vuelven insensibles.

Insensibles al día, al ruido, a todo el mundo exterior
y me duermo lejos,
muy lejos
de la helada de la noche.

jueves, junio 30, 2011

Reflexiones en el ocaso de un día gris

Este ha sido un día difícil. Y como siempre, en estos días las palabras comienzan a fluir como canto puro desde mis manos trémulas a encontrarse con verdades duras que revelen mis verdades más profundamente guardadas.
Y de esta noche helada nace un análisis, aún con el ímpetu del día arduo en lucha interna como consecuencia de aquellas palabras externas que te dejan simplemente en un estado de reflexión que quisieras evitar...

Reflexión Nº1: Motivos para cansarse de la pedagogìa:

- Que tus alumnos no respondan como tú lo pensabas
- Las horas extra de trabajo que te quitan parte de tu vida personal
- El trato con apoderados que se molestan por lo que haces o dejas de hacer
- Las mentiras en las que te ves envuelta por que tus alumnas no son capaces de decir la verdad a sus papás
- Los celos profesionales
- Tener que estar siempre bien aunque te sientas mal
- Tener que ser multiprofesional sin tener otro título que docente
- Fin de semestre
- Buscar la forma de ser justa con todas pero que te resulte todo al revés... o que no te lo valoren
- No tener tiempo para tus amigas
- El tiempo que le quita tu trabajo a tu familia
- El gastar tanta voz por las puras
- Que el colegio en que trabajas sea el primer tema de conversación que se te viene a la mente

Reflexión Nº2: Motivos para querer y reencontrarte con la pedagogía:

- La mirada agradecida de los niños con los que trabajas
- El abrazo genuino de tus alumnos
- La sonrisa cercana y cálida de los niños
- El canto unido que se transmite con cariño
- La satisfacción de ver que puedes ayudar a alguien a que descubra y aprenda algo nuevo
- El ver crecer sueños, esperanzas, proyectos de vida de otros
- El poder acompañar momentos alegres y tristes, y que la simple compañia sea suficiente para hacerles feliz
- Jugar en los recreos a cosas que hacías en tu infancia y que siempre quisiste volver a jugarlos
- Nunca llegar a ser 100% adulta... o mejor dicho, nunca dejar de ser niña
- Creer que en ellos existe un renuevo bueno y lleno de fuerza
- Los dos meses de vacaciones
- La posibilidad de siempre crear algo nuevo
- El saber que se está en un lugar con humanos y no máquinas ni números

Reflexión Nº3: A modo de conclusión...

Hoy ha sido un día difícil. Hoy he tenido un día agotador, de mucho cuestionamiento de mi labor, y de evaluación de desempeño profesional. Hoy he vivido un día que me remece desde la raíz de mi vocación.

Pero al analizar lo bueno y lo malo, y reconociendo que mi escencia de ser es netamente corazón, más que razón, puedo concluir lo siguiente:

- Que a 30 de Junio del 2011, y con 5 años y 3 meses de experiencia profesional, seguiré luchando por mi vocación de pedagoga. Porque aún tengo fuerzas para creer que por sobre todo lo malo hay cosas mejores, y que más allá de lo difícil e ingrato que puede resultar este trabajo, hay otras cosas que no se pagan y levantan el ánimo, como la energía pura y tierna que me entregan mis alumnas.
- Tal vez en muchos años más no tendré la misma visión. Tal vez me sienta más cansada y no sepa encontrar en la mirada de mis alumnas la fuerza para continuar con la esperanza de que ese renuevo dará buenos frutos.
- Cuando eso suceda, cuando ya no me sienta revivir en la sonrisa de mis alumnas, ese día espero tener la fortaleza y la cordura para decir: hasta aquí llegó mi labor en la Educación.

sábado, abril 30, 2011

Susurro al viento

He decidido obligar a mi mente a que retome las palabras olvidadas y los sentimientos postergados por vivir una apariencia de vida agitada y sin pausas.


Y la obligo luego de una pregunta inquisidora que sin ser esa su intención, ha vuelto a dejar desnuda la peor de mis verdades: la extremada soledad que me envuelve si de mi lado quito el yugo del trabajo.

Y la principal queja la hace el alma inquieta que siente marchitar su esencia amigable y que busca una caricia, un soplo de amor, un momento de encuentro. Y en honor a ella hoy he decidido obligarme a expresarlo, con la secreta esperanza de que esta soledad instalada hace tanto tiempo, se retire antes que sus raíces impidan al corazón sentir y hablar.

Antes del marchitar y el dormir los sentires, un nuevo susurro al viento para regar la esperanza de que un cambio llegará.

domingo, marzo 13, 2011

Cantata Aleluya Cristo Vive

Del baúl de los mejores recuerdos de mi época escolar... allá por septiembre de 1998.
Con cariño y nostalgia este canto del alma.

miércoles, marzo 24, 2010

Los mejores recuerdos de tu vida en la mía



Pasan los años más rápido de lo que pensamos, y al mirar mi blog me doy cuenta que he mantenido este espacio por casi 4 años, y que en cada año celebro este día a la distancia... y al releer lo que alguna vez dije para ahondar un Feliz Cumpleaños, me es difícil escribir sin repetir las ideas, por lo cual en esta ocasión decidí recordar.
Aquí van algunos de los mejores recuerdos que tengo junto a mi hermana, como una forma de decirle una vez más feliz cumpleaños, ah! si, y que la quiero y que la extraño.




- ¿Una muñeca para Navidad? la emoción de esperar ese día 25 por la mañana y ver que en nuestras camas había un regalo... una muñeca para cada una, siempre parecidas pero con el pelo de diferente color, o con ropas distintas. Claro que eso duró unos años, y luego nunca más recibimos en navidad muñecas, fueron reemplazadas por los peluches, y es que ya estábamos "grandes". Peluches que llegan cada 25 de diciembre hasta el día de hoy.

- La soñada colchoneta bronson... seguro que el papi todavía tiene la libreta donde anotaba la plata que juntábamos para comprarla, me acuerdo que llegamos a tener como $500, claro que en esa libreta no quedaba registro de los egresos, solo los ingresos. Menos mal porque o sino quedaría al descubierto que el papi nos engañaba, porque por cada 100 de ahorros le pedíamos 200... que ganas locas teníamos de tener una de esas colchonetas en la casa, pero el no tenerla no nos impedía andar haciendo volteretas e invertidas en la galería.

- Unos ricos chocolates en el cajón de la Pochis. Chocolates que ella tenía que vender en su colegio, pero uno o dos no se notaban, ¿cierto? dos o tres, o toda la caja, ella pensaría que los había vendido... nunca nos descubrieron, seguramente la pocha pensaba que el papi se los comía, como después el terminaba pagándolos...

- ¿Algún coro para cantar juntas? A ver, cual fue el primer coro en que cantamos juntas... si, en la capilla. de ahí al coro de básica en el colegio, ¿te acuerdas? amico mío, non temere piú la notte. Y luego el coro que tanto nos marcó a ambas, como a muchas que pasamos por ahí. Si pienso en ello se vienen tantos viajes, tantas canciones... la gran mayoría juntas. Y si de viajes con el coro se trata, se me viene un momento muy especial a la mente, ese viaje a Chiloé, en medio de la carretera luego de el cuasi accidente, y que bajamos del bus y llorando nos abrazamos... ¿¿recuerdas?? sentir que estábamos vivas y que el Padre Guillermo nos había salvado...

- Coxis eternamente doliente, jajajaja. La típica frase, cuidado, no vez que me duele el coxis?? y la típica respuesta: Ruth, eso fue hace más de 10 años... jajaja

- ¡¡Fuerza Illapu!! conciertos, varios conciertos en los que la garganta se acalambraba de tanto cantar. Y el recuerdo de aquella vez que entraste a conversar con ellos por primera vez, y yo te buscaba y no sabía donde estabas metida, y salió un hombre que se llamaba José Miguel y me dijo, ¿cuál es tu hermana? aaaa me dijo, ella está adentro con los otros del grupo, ¿¿quieres pasar?? y así yo también conocí a cada integrante de Illapu.

- La rusia y el flaco me pidieron que también los incorporara en estos recuerdos, y es que según ellos eras la mejor corredora de las mañanas. Y ellos estaban agradecidos por mantenerlos en línea y esbeltos con los trotes matutinos. Mijitaaaa (ese es el flaco), no se preocupe mijita que yo le ladro a los que la molesten...

- "Eres tú" , primer acorde de la canción ese viernes 16 de diciembre y veo en el fondo de la iglesia entrar a la misma que 15 minutos atrás no tenía peinado, no podía abrocharse el vestido... y venía tan linda, tan lista, como si todo lo anterior se hubiese ido y llevado los nervios penosos de un rato atrás. E innevitablemente una emoción me llena, emoción que hace que me ponga a llorar bajo los codazos de las otras cantantes del coro, ¿¿cómo estaba llorando en la primera canción, cuando todavía no partía el matrimonio??

- El viaje más triste al aeropuerto. Creo que hay tres idas al aeropuerto igualmente tristes, pero diferentes el uno del otro. El primero tal vez fue el más difícil, el momento triste luego de días tan alegres, pero a la vez tan esperado por ti y Oscar. Extraña mezcla de pena incontenible con la alegría de saber que al fin luego de años luchando contra la distancia llegaba el momento de no separarse más. Y al año siguiente la alegría de la sorpresa, pero también el momento del hasta pronto, donde tengo siempre en mi mente las palabras de mi cuñado: vamos a volver, no te preocupes que vamos a volver... ¿¿Y el tercero?? la tristeza de decirle nos vemos pronto a un niño que estaba en mis brazos cuando apenas cumplía 15 días... tristes despedidas que guardan el íntimo deseo de volver a verse pronto, y que con el paso de las semanas vuelven a la rutina que reconforta a través de una cámara web con audio.

- Mayeusis 2008 ... tú con 8 meses y medio de embarazo, yo corriendo para abrazarte luego de más de un año sin vernos... emoción, alegría, esperanza, y al fin poder sentir las patadas de ese niño que llegaría a revolucionar el departamento de torrecedeira. Lejos uno de los momentos más lindos que recuerdo contigo.

- Un Eloy: tu cara de alegría al salir de la sala de partos, y el niño con sus ojos abiertos mirando todo lo que pasaba. El papi y la mami todos chochos, y la cara de alegría (5 metros de sonrisa) del Oscar, fascinado por la experiencia de ser papá. Doy gracias a Dios haber podido estar junto a ustedes ese día, haciendo presencia a nombre de todos los tíos del Eloy porque fui la única que pude viajar a tan especial momento.

- Aaaaabaaaaaa, aaaaaaabaaaaaaa, aaaaaaabbbaaaaaa... momento de alegría, de risa, de chocheo máximo, jajajaja. Es la alegría y el hit del momento, tu risa hoy está en la risa de ese niño pillo, lleno de música y alegría como tú. De tu vientre creció una vida que nos llena en estos días, que hace que uno se olvide de lo que pasa. Abbaaaaaa, aaaaaaabbaaaaaaaa... el mejor momento del día de hoy.


Es mi modo de decirte hoy feliz cumpleaños, son las palabras para decirte que te amo, que en días como esto agradezco tu vida, el tenerte conmigo, el ser mi hermana con la que crecí, con la que peleé y con la que compartí casi toda mi infancia y adolescencia. Espero que este sí sea el último 24 de marzo que pasamos tan lejos físicamente, espero que pronto volvamos a abrazarnos y cantar, y reír, y hablar, y proyectar momentos juntas.

Y ahora me voy a dormir porque el sueño me la gana, y no tengo a nadie que me saque a bailar, así que no puedo decir que BAILANDO SE ME PASA...

domingo, marzo 07, 2010

A mi Chile querido

Una alegría extraña me cobija esta noche. Mi pueblo caído, herido y destrozado, ha sacado lo mejor que tiene: una solidaridad que supera cualquier expectativa.

Esa alegría de ver que Chile se levantará gracias a la unión de todos quienes vivimos en él, se mezcla con todas las imágenes que he ido guardando durante estos siete días.

Es fácil sonreír hoy luego de un día tan especial y emocionante. Bajo el manto de escombros, Chile ha dejado claro que no se dejará abatir por este embate de la natura. Chile se ha dado una mano y han juntado una cifra de dinero histórica para barrer el suelo agrietado y lleno de trozos de cuidades, y sobre ella volver a levantar sus casas, escuelas y hospitales.

Sin embargo no es fácil sacarse la pena profunda que te dejan las imágenes de muchas cuidades y pueblos caídos, destrozados, con personas que ya nunca volverán, que han quedado bajo la tierra o en el mar.

Mi cuidad está en el suelo. Toda mi vida se liga ahora a un lugar que casi no existe... Dios quiso salvar mi casa, que es algo que no todos pueden decir hoy, pero casi todas las calles que recorren mis recuerdos, están ahora bajo polvo.

Como no tener pena si cada día la realidad se hace más dura al enterarme de tantas familias conocidas que han quedado sin nada. Una realidad que angustia al querer ir al comprar algo al centro donde toda la vida estubo el comercio, y encontrarte sólo con escombros, porque todo, absolutamente todo está caído.

Tierra y mar agitados en una noche eterna, que han borrado mi litoral... aquel donde huía para escribir y sentirme más viva. Ese litoral que me regaló años de vacaciones familiares, encuentros con amigos, una noche de cantos bajo las estrellas y el sonido del mar cantando conmigo. Ahora se ha llevado el canto y las imágenes que sólo quedarán en la memoria de todos quienes lo conocimos antes de que todo sucumbiera.

Pero estoy aquí, viva... viva junto a toda mi gente amada, y este milagro de la vida es el sentimiento que intento gritarle a mi mente. En mi vida habrá un recuerdo antes y después de este terremoto, las imágenes de mi cuidad cambiarán, los cantos junto al mar serán diferentes pero volverán a teñirse de alegría porque si hoy estoy aquí es para seguir viviendo, no para morir lentamente.

Reconstruiremos nuestras cuidades, nuestras playas. Y cuando eso pase estos días serán una anécdota para contarle a las generaciones futuras, y dejarán de ser la pesadilla que por momentos parece.

Y voy a vivir para contarlo, y cuando lo cuente seré feliz de decir que la tierra nos movió pero no nos sepultó.

martes, agosto 25, 2009

El cumpleaños de mi hermano chico

Hoy es el cumpleaños de mi "hermano chico".

Hoy en mi casa todos recordaron a la "guagua" de la casa, que este año le ha tocado celebrarlo en otra cuidad, junto a su polola y sus amigos. Si, porque el niño ha crecido y ya está terminando su carrera universitaria. De chico le queda mi nombrar, pero de niño creo que mucho: imaginación y creatividad casi intactas al paso de los años y su espíritu de monito animado siempre al borde de un chiste que relaja cualquier momento.

Si algún día tuviera tiempo de escribir un libro de mis recuerdos, lo más probable es que muchas hojas estarían llenas de momentos junto a él. Y como no, si crecimos con los mismos juguetes, compartimos gran parte de nuestros juegos, y dejamos que la imaginación se apoderara de nuestras tardes en la galería que fue testigo de todo lo que inventábamos: casas de cubos, goles debajo del ropero, monines en coro... o en esos veranos sinónimos de vilches y pellines, con columpios aaaltos, o reinos de cochayuyonia. Miles de historias sin duda, cada una guardada en mi mente y mi alma como un tesoro que cuido porque revelan fielmente lo que hoy soy, y te revelan a ti, lo que fusite, el molde que te hizo hoy un joven hombre lleno de cosas lindas.

Hoy estás de cumpleaños y al repasar lo que eres me doy cuenta feliz que poco se ha ido de ese niño, y has profundizado en ti cosas que otros pierden al madurar: la sensibilidad. Es un verdadero orgullo darse cuenta que uno tiene cerca, muy cerca de uno alguien que es capaz de captar lo más simple en lo diario y hacer de ello una linda fotografía, o que logra escribir lo que el alma le dicta, o expresar una idea en dibujos, en un tallado. Creo que dentro de ti vive un artista tan completo que puede abarcar muchas ramas del arte al mismo tiempo, y que se muestra cada vez que surge el espacio para hacerlo. Y me gusta sentir que los que son mi sangre aprecian y viven esa sensibilidad como algo bueno, tal vez porque todos compartimos esa inquieta semilla en el cordón de nuestra madre.

Hoy soy feliz al saber que te tengo cerca. Saber que existes para compartir mi mundo y yo conocer el tuyo. Tenerte para reír con un video de les luthiers, para cantar una canción del recuerdo, para proponer un concurso de fotos que siempre ganas. No necesito un gran momento para ser feliz a tu lado, porque se que lo mejor de nuestras vidas está en lo más simple y cotidiano. Nos enseñaron así y así es como quiero seguir viviendo.

Este día que celebramos el que hayas nacido sólo puedo decirte cuánto te amo y lo mucho que necesito saber que existes para acompañar los días que a la larga se transforman en nuestra vida, nuestra historia. Felices veinti... Y para que nunca se te olvide siempre serás "mi hermano chico"...

domingo, agosto 23, 2009

¡¡Tu rostro Jesús!!

Tocan mi puerta. Al abrirla sólo siento el viento en mi cara y unas cuantas gotas de esa lluvia que se avecina. La cierro sintiéndome tonta de haber creído oír que llamaban. No alcanzo a dar dos pasos y nuevamente escucho que la tocan. Ahora si estoy segura, alguien está del otro lado de la puerta. Abro y al no encontrar persona alguna intento descifrar ese extraño llamado. Pero no es necesario, al mirar con mayor detención veo unos ojos que me miran ocultos entre los arbustos bajo los naranjos de mi jardín. Al pestañear ya no son dos ojos, son cuatro... ocho... doce...

Esa sensación es la que he vivido estos días. Luego de varias veces de preguntar: ¿acompañarás a la actividad solidaria del sábado... del domingo? no me quedaron más posibilidades que aceptar, tomar la guitarra y mi mejor ánimo para partir a unas casas llenas de rostros dolientes pero ansiosos de una sonrisa, una palabra que llegase hasta los recuerdos más felices de sus vidas.

Encamino mis pasos al encuentro con este Cristo real, ese que olvidamos tan fácilmente mientras nos sumergimos en nuestro propio mundo. Basta un alto para descubrir que está ahí esperando, paciente, callado, tras unos ojos perdidos en los recuerdos de un pasado joven, lejano. ¡¡Ayúdame Señor!!, es lo que grito por dentro mientras mis manos se estrechan con esas ásperas y cansadas manos, partidas por el paso de los años. Y grito porque no se qué palabras saldrán de mis labios en ese momento de encuentro, busco en mi mente la pregunta precisa que abra ese mundo tan celosamente guardado por el corazón del hombre.

Es la música mi mejor aliada esa tarde porque al parecer una tonada o una ranchera de las que aprendí de chica son la mejor palabra para sacar una sonrisa de todos esos rostros, incluso algunos mueven sus labios y de sus bocas brotan melodías y frases, las mismas que yo canto. Emoción en mi piel, de mis labios una sonrisa sincera crece y la dejo expresarse libre. Aunque sea por un par de horas muchas personas hemos regalado alegría y hemos recibido a cambio un regalo aún mejor: el rostro de Cristo hoy día, vigente... necesitado y doliente, pero al mismo tiempo humilde y alegre de haber encontrado en varias puertas la acogida favorable a su llamado este día invernal.

jueves, junio 04, 2009

A la niña de los pasillos...


Una niña vestida de azul deja caer su pelo tierno en sus hombros.

Y sonríe tras mi hombro y juega entre los aires fríos de los pasillos que transito.

Sus pasos se acercan cada vez que la guitarra hace vibrar cada una de sus cuerdas, y en silencio caprichoso la siento disfrutar con cada melodía cantada.

Está ahí, tan lejos y tan cerca a la vez. Me acompaña sin saber qué la ha ligado a mi. Yo no la busco, sólo llega, mas dejo que se siente cerca mío porque entiendo que algo especial existe en esos momentos de música para su inocente vida.

Niña háblame desde tu mundo y dime que buscas... ¿qué quieres? ¿Es tu alma un canto de alegría trunca?

Yo seguiré cantando, mi guitarra seguirá sonando.
¿Seguirán tus brazos pequeños estrechando estas melodías compartidas?

Ya no tengo miedo, tras mis hombros siento tu vida inocente alegre en mi propia alegría que vivo en la música, y si ella hoy te hace feliz compartámosla hasta que tu alma encuentre el canto más profundo y eterno...

domingo, mayo 24, 2009

Verte reír es todo lo que hoy necesito

Con cariño estas palabras para quienes más amo desde siempre...


Hoy busco entre los recuerdos tu risa más pura y sincera.

Me estremezco porque siento que ahí está la llave para tu alegría. Pero me cuesta encontrarla y no la identifico con la claridad necesaria.

Camino tras tus pasos. Y siento el arrastre silencioso de tus dolores y pensamientos. Intento seguirte sin hacer ruido, para que no descubras que voy siguiéndote. Pero estoy ahí y si callo es porque... no se la verdad porqué callo. Creo que es simplemente porque no sabría que decir al ver tu rostro esperando mis palabras.

Siento que las fuerzas me abandonan a ratos y comienzo a buscarla con mis manos, con mis ojos, con mi mente... y la busco fuera de mi, en quienes amo, en quienes me aman.

Y ahí descubro que mi fuerza está en algo tan propio como es la sonrisa.

Sonrisa que uso para saludar, para decir que amo, para gritar que estoy feliz, para dar confianza, simplemente para compartir vida.

Pero mi sonrisa necesita alimentarse, no es tan inherente como quisiera a mi. Se nutre en la sonrisa ajena, la hurto en silencio para hacerla propia.

Y hoy mis fuerzas están al límite, y necesito seguir paso firme... firme para no alejarme de tus pisadas.

Tal vez con un paso más decidido podré colocar mi mano en tu hombro y nunca más alejarla.
¿Me ayudas? Deja que hoy saque de ti esa sonrisa que busco hace días. Hoy es la más poderosa... ¡invencible! y luego si quieres puedes robar de mi todas las risas que quieras.

Si hiciera una lista en este momento de todo lo que quiero y necesito tengo muy claro la que estaría en el primer lugar... adivina cuál es...

"Verte reír es todo lo que hoy necesito"...

viernes, mayo 22, 2009

Paisajes

¿Existe un mundo más cálido del que estoy viviendo hoy?

Me pregunto esto en cada segundo de esta noche, y de tanto cuestionar y pensar he logrado dibujar en mi mente el siguiente cuadro...

Una casa de adobe se eleva entre unos terrones, un poco oculta tras dos grandes árboles frondosos, altos y verdes. El camino que la conduce está con barro, elemento que delata la lluvia otoñal que se dejó caer sobre ella. Barro entre hojas secas. Y flores silvestres que dan color vivo y alegre a este paisaje.
La casa huele a té... y pan amasado... Es hora de la once. Unas manos toscas y firmes salen en busca del brasero ya listo, y es en ese momento en que se abre la puerta cuando pudo mirar hacia el interior de la casa. Una mujer mayor afana con cariño en colocar un mantel de plástico, y sobre él varias tasas, el té y el pan. Intento contar... dos, tres... cinco. Cinco son los puestos. Pero sólo la veo a ella, y el señor manos toscas que entró el brasero.
¿Habrán de llegar tarde a la cita el resto de los invitados a tan rica once?
Ella se sienta luego de colocar una tetera tiznada sobre el fuego del brasero. Él le dice algo que no alcanzo a oír, pero luego de un gesto cariñoso de ella, se pone de pie y desaparece por unos segundos. Cuando vuelve lleva entre sus manos un trozo de queso añejo. Se sienta nuevamente junto al fuego y con una sonrisa cansada algo murmura mientras corta el queso y lo asa lentamente.
Entonces escucho el ruido desde fuera de la casa. Me escondo tras unas matas para no ser descubierta y seguir mirando. Son dos niñas. Ríen bulliciosamente y sus pies aceleran cuando descubren el olor del pan recién horneado. Entran a la casa y cierran la puerta alegres.
Desde la ventana veo como se sientan y el rostro ajado de la mujer se vuelve de pronto más joven. Sus pasos se tornan rápidos para servir té en cada una de las tasas. Y entre risas y miradas dulces el pan de la mesa se va acabando, el agua de la tetera va desapareciendo...
De pronto las figuras desaparecen, y queda sólo ante mis ojos la mesa ya vacía. Pero algo hay sobre ella... un último pan al lado de una tasa de té servida, que nadie comió ni bebió. Y al mirarla y tratar de tocarla para traerla a mi, se desvanece, desaparece la mesa, se borra la casa, se pierden los árboles y el brasero.
Y sólo queda ante mi la negra noche.

Si... existe no lejos mío un mundo más cálido, y yo lentamente lo estoy haciendo desaparecer.

martes, abril 28, 2009

Vida dormida


Las palabras de pronto se volvieron esquivas y se alejaron de mis manos siempre sedientas de letras que derramar sobre estas teclas.

Mi mente ha vagado por muchos mundos diferentes durante estos meses de silencio aparente. Y esta noche disfruto de este reencuentro con mis líneas, con lo que soy y pienso en el silencio de mi pieza y que poco comparto.

Se conjugan lentamente alegrías y recuerdos, angustias y penas, presente inmediato, futuro incierto.
Y siento caer en un torbellino de cosas, actividades casi ajenas a mi, una vida paralela mientras la mía duerme profundamente sin inmutarse frente a mis sacudidas para que vuelva a mi lo más pronto posible.

Desespero ante la impotencia de no poder despertar, o de darme cuenta que nunca he dormido, sino que soy la única que ha causado esta dicotomía de mundos.


Escucho el silencio de la noche que se contrapone con el ruido de mi alma. Nunca quieta, nunca callada. Quisiera calma hoy, mañana... ¿Existe realmente o es como un cuento de hadas que anhelamos que sean ciertos pero en el fondo siempre supimos que eran ficticios? Verdad o mentira, pido silencio, ruego por un poco de quietud dentro de mi.


Cierro y abro los ojos. Sigo aquí, donde mismo. No ha sido un sueño, es mi realidad... asúmelo o haz algo para cambiarlo... eso me repito una y otra vez. Pero se que es más grande mi incapacidad por cambiar la rutina que mis ganas de hacer que desde hoy todo sea diferente.

Así que mejor cierro los ojos y dejo que la mudez de esta hora pelee a muerte con mi eterno e inquieto mundo interior.

jueves, diciembre 25, 2008

FELIZ NAVIDAD


Veinticinco de Diciembre. Día especial. Sólo quedan siete días para que acabe el año y la fiesta de un nacimiento llena mi casa.

La fe por sobre cualquier otro sentimiento se apodera de mis pensamientos.

Fe de que este niño nace y renueva mi vida y la de los que amo.
Fe de que las cosas mejorarán.
Fe de que la felicidad se colará en cada espacio que habito.
Fe de que todo lo que creo es verdad...

Y mis palabras brotan como una oración por quienes amo, por quienes están lejos y porqué no decirlo también por mi. ¿Quién no necesita un poco de fuerza nueva en esta época? Esa que se puede encontrar en la sencillez de un pesebre lleno de paja, en los ojos de un niño que trae una historia de amor que perdurará por siglos... y se revela la majestad de un rey ante un buey, un burrito, ante gente humilde.

Por ti y para ti estas palabras llenas de deseos de bien:

Para que nunca falte en tu vida alguien que abrigue tus días, tus sueños, tus alegrías como los animalitos cobijaron ese día al niñito Jesús.
Para que siempre una estrella ilumine tus días, hasta los más oscuros y nublados, tal como sobre el portal un astro anunciaba la presencia del Dios hecho hombre.
Para que siempre tus ojos estén transparentes para mirar con humildad tu propia vida, y en la sencillez de lo cotidiano encuentres la felicidad que tanto ansiamos tener.

Hoy tenemos una imagen que nos alienta a seguir y a renovarnos.
Frente a nosotros la invitación a renacer de la mano de un niño que nos ama en su inocencia y ternura...

Ojalá esta sea una Navidad feliz junto a quienes aman ... y mis deseos de alegría para cada uno de los que lean estas palabras.

jueves, octubre 09, 2008

Viajando por Galicia


Hace tiempo que debía estas líneas. Lo debía a mis recuerdos, a esas alegrías llenas de imágenes, pero especialmente a mi hermana, mi cuñado y mi sobrino. Así que ahora espero poder escribir fielmente todo lo que significaron esas semanas en otras tierras lejanas a la mía.

Mi maleta iba cargada de ropa liviana, pero mi cuerpo ya casi no p
odía con el peso de un fin de semestre difícil... sin embargo mi mente ya estaba volando, esperando el momento del abrazo añorado por tantos meses. La ilusión de abrazar al niño que se gestaba en el interior de mi hermana... sentimientos contradictorios: sólo pensaba en escapar de todo lo que era y a la vez esperaba el reencontrarme con lo que soy.


Los kilómetros morían en el atardecer chileno y el amanecer europeo. Y las horas de distancia desaparecieron al sentir la cara de mi hermana, y el movimiento inquieto de su niño. Era feliz en ese minuto lleno de magia y cercanía. Sólo que nunca medí que con esto marcaba una distancia no pedida con mi verdadero mundo real.

Y recorrí las calles con sensación a mar en mis ojos. Caminatas largas por las escaleras o largos paseos peatonales en subidas y bajadas. Parques llenos de flores, árboles en medio de la ciudad, fiestas y alegría en todas partes del puerto. Era mirar y descubrir siempre algo nuevo, lleno de vida y paisajes no conocidos. Y no me cansaba de mirar una y otra vez el mar desde un paseo alfonso XII que veía crecer la guata de mi hermana todos los días, o el sireno que me mostraba el camino a las melodías de esa coral amiga, hermana.


Cuidad acogedora que me regaló tanta fuerza... re descubrí en los cantos de casi cien personas el placer de cantar por cantar, el sentimiento por sobre cualquier otro juicio frío que impone a veces el aprender más. Si, porque para cantar no se necesita más que los deseos imperiosos de transmitir algo, y dejé así atrás la crítica ácida que es pan de cada día en el lugar donde estudio. Que difícil darse cuenta que mientras más cerca debieses estar de la música en realidad más te alejas al dejar que el mecanismo te guíe, emociones no... interfieren en el perfeccionismo tan mal buscado. Pero conocí este coro, y me revivía el gusto de cantar al escucharles, al verles, al sentir toda la energía que depositaban en esas melodías cercanas. Vibré con cada una de sus canciones en aquel auditorio de Castrelos, y mi deseo de poder unirme a sus voces era superior a mi compostura, y terminé cantando desde mi puesto escondido tarareando cada uno de los temas. Días felices alrededor de esa música "De dúas Beiras".

Y la música une dicen, y si... en medio de ese gran cor
o pude conocer gente valiosa que no hizo más que entregarnos cariño y compañía en los días que estuve allí. Nos abrieron sus casas para almuerzos y cenas inolvidables, nos prestaron sus autos para mostrarnos lo más bello de Galicia. Amigos que agradezco tenga mi hermana y cuñado allá lejos. Saber que tienen personas que se preocupan por ellos da una tranquilidad extra en estos años de difícil distancia. Sólo pienso en que la retribución vendrá cuando visiten nuestro país de mar y montañas. Porque si que tienen que venir... Mil gracias a ellos, desde aquí siempre agradeceré su cariño desinteresado y compañía siempre grata.

Pero sin duda que el corazón de mis recuerdos está junto a los ojos de un niño que amo desde que supe de su existencia. Eloy: te sentí desde mi casa en talca, y pude tocarte con mis manos fascinadas cuando aún nadabas en el vientre de mi hermana. Cuando te llamaba angustiada pensando que no alcanzaría a verte, en esos días en que cansado de tantos ruidos te movías inquieto al anochecer. Crecías cada día y la ilusión se apoderaba de todos mis sentidos. Y el privilegio de estar en ese lugar representando todas las esperanzas de los otros tíos que desde lejos te acompañaban y te abrazaban tanto como yo. Que feliz fui esos momentos, y de sólo recordarlos esta noche me lleno de nueva alegría.

El nacimiento fue todo un suceso que marcó el antes y el después del viaje. Cómo no, si llegaba al departamento invadido de chilenos un niño lindo, fruto del verde y el azul de sus padres. Y con los ojos abiertos casi gritando que sus oídos sólo habían echo caso a su padre... "el 4 chichín, el 4..."


Tal vez lo más doloroso del regreso a la tierra propia fue el sentir el último abrazo del niño antes de partir. Esos segundos últimos caminando hacia la puerta de embarque con los brazos llenos de vida, y luego tan vacíos con sólo una maleta. Porque la próxima vez seguramente ya caminarás, ya no tendré que sostener tu cabecita porque podrás hacerlo solo. Y saber que otra vez habrían miles de kilómetros antes del abrazo con mi propia sangre talquina, un océano antes de cantar raíces con parte de mi árbol nativo.


Volví con la misma maleta pero llena de cosas tan distintas. Las imágenes de un lugar con historia y manos cariñosas, el olor a familia... el mismo que vivo desde pequeña. Era la misma escencia repartiéndose en otro lugar. Volví cargada de vida nueva, con historias simples pero tan llenas de lo que soy. Quedaba atrás definitivamente los miedos y el cansancio que me había traído, y todo se cambió por los mejores recuerdos y alegrías desde esa tierra gallega.


Con todo mi cariño para la Ruth y Óscar que me abrieron su departamento en el 7º piso de Torrecedeira. Por todo... eternamente feliz y agradecida por las mil atenciones. Y para el niño que hoy completa su familia naciente al otro lado del mundo...

Aquí encontrarán parte de mi historia, parte de lo que soy, algo de lo que vivo día a día...