domingo, septiembre 29, 2013
Caminando sobre la esfera
jueves, septiembre 26, 2013
Cantares compartidos entre voces blancas
Hoy durante la tarde me dediqué por muchos minutos a recordar a través de algunos vídeos que hace mucho no disfrutaba. La verdad es que habitualmente no miro vídeos de mi trabajo, pero hoy en el descanso obligado me di un ratito para ello. Y surgieron de mi muchas emociones, recuerdos, pensamientos y proyecciones también.
¿Cuánto tiempo que tienes ese coro? fue la pregunta de una amiga de la familia. Y al pensar para responder me quedé un poco impresionada al darme cuenta que son casi 8 años en donde he ido armando un grupo que canta bajo la dirección de mis manos. Una dirección para muchos, incluso para mi, muy precaria, sin grandes conocimientos, sin los parámetros de una buena dirección, con muchas fallas y siempre con tantísimo que mejorar.
Pero son ocho años de un trabajo mío. Absolutamente mío del cual pese a todas sus deficiencias, me siento tremendamente orgullosa y feliz. Porque hoy pensaba que tras la imperfección de mi trabajo, hay vidas de muchas niñas que han ido pasando por este grupo al o largo del tiempo. Vidas que han cantado, que han tenido la posibilidad de al menos una vez sentir la sensación de ser valiosa en un conjunto, y sentir el aplauso de alguien que ha disfrutado de su arte.
Miraba videos y veía rostros de niñas, adolescentes. Rostros felices, entregados a lo que decían esas letras, cargados de expresión, atentas a lo que yo les pedía. Videos donde la reciprocidad entre ellas y mis manos eran casi mágicas... en algún momento me sorprendí de ver mi trabajo que pese a no ser de lo mejor, supera las expectativas que he tenido de mi. Y tal vez porque lo que se ha mostrado no es solo fruto de mi trabajo, sino un poco de suerte al haber encontrado a niñas tan dispuestas a hacer música desde el alma.
Lo único que yo pretendo a través de él es abrir la puerta del canto compartido y todo lo que puede vivirse en él. Espero haberlo logrado. Espero seguir dando esa posibilidad. Así como alguna vez a mi me dieron ese regalo.
Porque simplemente el canto es un regalo al alma, algo tan especial que no puedo dejar de compartirlo.
domingo, septiembre 22, 2013
Un Elías creciendo
La vida siempre ha sido un milagro que me ha cautivado desde que se gesta.
Qué perfecta naturaleza que de la unión de un hombre y mujer surge un nuevo ser que crece nutriéndose de lo que su madre sin poder controlar le regala a través de ese cordón que será vida, alimento y nexo durante semanas de crecimiento.
Una vida que crece sin que podamos observarla directamente.
Sentir a través del tacto las danzas que se realizan en el vientre de la mujer bendecida por la naturaleza para engendrar. Danzas que te reafirman la importancia de que la vida comienza y ya es magia desde el embarazo.
Estos meses soy testigo de esa vida que crece en mi hermana.
Y palpo en ella como mi sobrino nada en aguas tibias y crece entre los inquietos días de su madre que a ratos se sienta y contempla como su vientre crece y se llena de nuevas ilusiones a acercarse rápidamente el momento de dar a luz.
Maravillosa y milagrosa vida que crece dentro tuyo Ruth.
Yo disfruto estos meses, semanas, días de ver crecer en ti a mi sobrino Elías que aprovecho de fotografiar bajo tu piel.
jueves, septiembre 19, 2013
Verbos
viernes, septiembre 06, 2013
Tres miradas
Mirando presente.
Canalizando pasado.
Proyectando futuro.
Tres tiempos que se conjugan en cada momento,
tiempos que definen quien soy.
Persona que cambia cada día
acorde a lo que surge en el camino.
Avanzar entre claros y oscuros.
Vibrar en cada sonrisa,
dejarse caer en las lágrimas.
Aprender a ser feliz en cada vivencia,
descubrir nuevos desafíos y amarlos,
hacerlos propios y crecer.
Siempre la vista en tres miradas:
lo que fue, lo que es, lo que será.
Asumir y amar
mi vida en tres tiempos.
Y así conjugar el verbo vivir:
yo viví, yo vivo, yo viviré... feliz.
domingo, septiembre 01, 2013
Resurgir
jueves, agosto 29, 2013
Entre soledades
Amaneceres
miércoles, agosto 28, 2013
Abriendo surcos

martes, julio 23, 2013
Inmigrante
Claroscuro
sábado, mayo 25, 2013
Próxima estación, Talca.
En el último vagón del tren, sentada en el suelo y con mis ojos que casi se cierran, he dejado de pensar y observo. Solamente observo.
Pasillos llenos, hasta donde mi vista alcanza veo unas 20 personas de pie. Otras tantas como yo, sentadas en escalones, el suelo, acomodadas entre bolsos, cajas, mochilas y sacos de dormir de un grupo de chicos que no deben tener más de 16 años. A decir verdad, son los únicos que se escuchan hablar y reír, pese a estar de pie entre la muchedumbre. Sus bolsos denotan que alguna aventura les espera.
Al doblar mi cara y cambiar la mirada, una joven apoyada en el respaldo del asiento que no alcanzó a ocupar, está con su notebook abierto. No es difícil captar que chatea con facebook con a lo menos cuatro personas. Se sonríe a cada momento y se nota totalmente abstraída de lo que pasa en el resto del tren.
Un poco más allá, un joven se sonríe leyendo su celular. Dedos ágiles se mueven sobre el teclado touch, ha de estar escribiendo algún mensaje a quién sabe, ¿un amigo? ¿su polola? ¿algún familiar? Alzo mis ojos un poco más allá y no es el único que va pendiente del teléfono, a lo menos seis personas más van abstraídas en sus celulares.
Al fondo del tren, del carro del tren, una mujer carga en su regazo una guitarra. Desde donde voy no escucho sus melodías, pero toca arpegios mientras sus ojos cerrados evidencian concentración en su música, que sólo ella escucha. Hay movimiento en la gente. Muchas han tomado sus bolsos, otros tantos se han parado y se acercan a la puerta. El tren comienza a detenerse. Es la primera estación.
Aprovecho el recambio de pasajeros para sentarme en un asiento que ha quedado vacío. Al sentarme, noto que el cielo gris con el cual me subí ahora esta pintado de negro, y a ratos se ven destellos naranjos, rojos y amarillos de una ciudad que acompaña el sonido de los rieles bajo el peso de las ruedas. En algún momento del viaje, entre sueños divisé el cielo enrojecido... atardecía tras las personas y bolsos y yo apenas lo noté.
El vagón ahora ha quedado más desocupado. Mucha gente duerme, otros con audífonos (al igual que yo) van en un viaje de divagaciones, miradas perdidas más allá de donde otras personas pueden penetrar.
Me sorprendo sin embargo, al ver que no soy la única con lápiz en mano. Una joven, concentrada con una hoja en sus manos, escribe lo que parece una carta. Como esta que redacto yo, con la diferencia que la mía no tiene ni tendrá nunca remitente.
Frente a mi un hombre (ni joven, ni tan mayor) lee el diario del día. Comenta con quien le acompaña alguna noticia que yo no alcanzo a escuchar por la música que sobre mis oídos ha silenciado el mundo exterior. Sólo la vista me conecta al submundo que encierran los fierros y ventanas del vagón.
Sin quererlo, algo atrae mi atención hacia fuera de la ventana. Un resplandor sobre la oscuridad exterior. Al mirar, descubro para mi deleite una luna intensamente llena, amarillenta, con sus cráteres completamente definidos, y un baño de luz que desciende sobre algunas casas, árboles y valles que se dibujan tras los cristales.
Vuelvo nuevamente la vista a las personas que viajan junto a mi esta tarde. Personas completamente desconocidas compartiendo un mismo viaje con destinos tan diversos.
Ahora que ya he observado varios cuartos de hora, inevitablemente son pensamientos los que agolpan el impulso de mi mano...
Un vagón para cobijar a lo menos cincuenta mundos que no se cruzan. Conviven por un par de horas pero que viven sus individualidades, cercadas por un asiento de distancia. Algunos más generosos, compartidos en grupos de amigos o familias, los menos para ser honesta.
¿Cuántas pensamientos, recuerdos, penas, alegrías, proyectos, canciones o simplemente ideas inconexas habrán surgido de todos esos mundos cercados?
¡Que maravillosa y al mismo tiempo temible individualidad cargamos a diario!. Y hoy yo he sido una más dentro de muchos que se subieron a este tren, y sin ánimo de interactuar, se puso sus audífonos al remanso de melodías amadas y simplemente se encerró en un silencio total mientras el viaje llegaba a su fin.
Aparecen nuevas casas, una nueva ciudad y alcanzo a oír: próxima estación, Talca.
jueves, enero 26, 2012
La mujer y su amigo
La mujer ha decidido tomar de la mano a su nuevo amigo que ha conocido una noche de deseperación.
Aquella noche ella lloraba amargamente al sentirse desdichada, incomprendida. Necesitaba que alguien la abrazara para saber que aún estaba en las tierras de los vivos. Y llegó, sin que ella le llamara. Se sentó a su lado. Sus ojos no expresaban absolutamente nada. Y su cuerpo era coherente con ellos. No se movió, no le abrazó, no le dijo nada, no secó ninguna de sus lágrimas. Sólo se sentó a su lado y la observó, respirando en cada uno de sus acongojados suspiros. Y ella agradeció este nuevo amigo aunque no llenara sus espacios de dolor íntimo.
La mujer luego secó sus lágrimas. O tal vez no, quizás fueron las sábanas que se las secaron mientras ella dejaba caer su rostro en ellas, hasta hacer de aquel manantial un suave rocío que cayó entre sueños agridulces y que duraron el resto de la noche.
Y cuando en el rostro de la mujer se secaron los surcos de la pena vertida, el amigo supo que no podía abandonarla. Velaría esa noche su sueño. Y cada noche que siguieron esa semana. Y muchos días más después de esa semana.
La mujer ha descubierto a su amigo. Buen amigo. No la abandona, es el único que conoce sus tormentos y risas. Camina con ella. Se ha convertido en su sombra.
Un día a la mujer se acerca un nuevo amigo. Más afectuoso. Le abraza, le habla, le tiende el pañuelo cuando llora.
Pero hasta su entonces fiel amigo que conoció en aquella noche de angustia, le vuelve la espalda. Desaparece en los intervalos en que le acompaña este nuevo amigo. ¿Celos? no lo sabe. Sólo sabe que cada vez que aparece quien le abraza, el otro se aleja silente, tan silente como cuando apareció.
La mujer se ha dado cuenta que debe optar. En su vida no hay cabida para los dos.
El primero ha sido fiel desde aquella noche... el segundo le ha dado toda esa piel que tanto añoraba...
Y luego de varios días tratando de decidir, se convence que es la mejor elección.
Lentamente el amigo que le abrazó, que le enjugó sus lágrimas y le regaló lindas palabras cargadas de cariño se aleja. Se aleja apesadumbrado, con los ojos llenos de tristeza. No tiene cabida en la vida de la mujer.
Satisfecho su primer amigo se vuelve a sentar en la cabecera de ella. Sabe que es el único. Sabe que ya no hay vuelta atrás. Ha ganado la batalla y ya no teme.
Aquella noche al apagar la luz de su pieza, sólo se aprecian dos siluetas.
Allí entre las sombras, duerme la mujer. A su lado, el silencio. Silencio que vela como tantas veces cada uno de sus sueños.
jueves, julio 21, 2011
Un día casi perfecto
Así me dijo hoy una amiga.
¿Casi perfecto?
Y ante mi pregunta, ¿por qué casi?, la respuesta fue una evasión...
porque la perfección no existe, ¿cierto?
Tal vez ahí está nuestro error, mejor dicho, mi error.
Esperar que la felicidad radique en momentos, espacios, personas perfectas. Y eso no existe, ni existirá.
Si tan sólo pudiese olvidarme de esa palabra, comenzaría a sonreír más.
Si dejase de esperar que los demás no se equivoquen me sentiría más acompañada.
Si viviera en función de lo bueno que pasó hoy y no de lo malo que me hizo sufrir, sería más agradecida del día que se me regala.
Si dejara de buscar desesperadamente mis actos perfectos, me daría cuenta que valgo un poco más...
Autoexigencias, exigencias que te imponen quienes te rodean, sociedad exigente.
Todo me lleva al día "casi perfecto", a la vida "casi perfecta", a los amigos "casi perfectos".
Hoy fue un día "casi perfecto" dijo mi amiga.
Pero agregó algo luego de esa frase que debería yo incorporar al final de cada día que viva...
"Hoy fue un día casi perfecto pero feliz"
Arcoiris
Y en sus destellantes colores me vi envuelta, olvidando que para poder verlos cuatro gotas de lluvia corrían por el vidrio de mi ventanal.
Caían sin cesar miles de otras gotas. Mis ojos no las veían, porque bailaban felices entre el azul, violeta, rojo, amarillo... y yo sonreía al ver pintado el cielo con vida naranja, con música celeste.
Por unos minutos vi al arcoiris dar vida bajo el efecto de los rayos de sol que se colaban por entre las nubes y la lluvia de un día oscuro. Por unos minutos mi alma respiró profundo y se dejó llenar de luz y color. Y quiso recorrer el cielo con alas que la despojaran del cuerpo que la limitaba y retenía a ras de la tierra húmeda.
Mas de pronto los colores comenzaron a disolverse, y por mi ventana sólo vi gotas de agua que caían frescas. Tras ellas el cielo nuevamente era gris... el arcoiris se marchó y con él los rayos de sol que habían venido a visitar mi habitación.
Ya sin el deslumbramiento del azul, rojo, verde, naranja, ante mí quedó un paisaje opaco. Pero esta vez tenía un matiz de alegría, y es que entendí que basta dejar que un rayo de luz entre en el corazón que derrama gotas de tristeza, para que se llene de colores que cambian la faceta de un mismo paisaje... en sólo un par de minutos.
viernes, julio 01, 2011
Gotas de helada
Hiela sobre la techumbre de mi hogar,
hiela sobre el tejado de una ciudad cansada.
Y al caer el rocío cristalizado
tapa musgos, charcos y seres
que en el frío de la noche duermen bajo un sueño helado.
Cae el hielo lentamente,
y se cuela sin miedo.
Se cuela por puertas y ventanas,
se cuela en el lugar que habito se cuela en mis manos,
mis pies, se cuela en mis pensamientos.
La noche serena deja caer la helada
y en mis párpados el peso del hielo
se deja sentir hasta que se vuelven insensibles.
Insensibles al día, al ruido, a todo el mundo exterior
y me duermo lejos,
muy lejos de la helada de la noche.
jueves, junio 30, 2011
Reflexiones en el ocaso de un día gris
Y de esta noche helada nace un análisis, aún con el ímpetu del día arduo en lucha interna como consecuencia de aquellas palabras externas que te dejan simplemente en un estado de reflexión que quisieras evitar...
Reflexión Nº1: Motivos para cansarse de la pedagogìa:
- Que tus alumnos no respondan como tú lo pensabas
- Las horas extra de trabajo que te quitan parte de tu vida personal
- El trato con apoderados que se molestan por lo que haces o dejas de hacer
- Las mentiras en las que te ves envuelta por que tus alumnas no son capaces de decir la verdad a sus papás
- Los celos profesionales
- Tener que estar siempre bien aunque te sientas mal
- Tener que ser multiprofesional sin tener otro título que docente
- Fin de semestre
- Buscar la forma de ser justa con todas pero que te resulte todo al revés... o que no te lo valoren
- No tener tiempo para tus amigas
- El tiempo que le quita tu trabajo a tu familia
- El gastar tanta voz por las puras
- Que el colegio en que trabajas sea el primer tema de conversación que se te viene a la mente
Reflexión Nº2: Motivos para querer y reencontrarte con la pedagogía:
- La mirada agradecida de los niños con los que trabajas
- El abrazo genuino de tus alumnos
- La sonrisa cercana y cálida de los niños
- El canto unido que se transmite con cariño
- La satisfacción de ver que puedes ayudar a alguien a que descubra y aprenda algo nuevo
- El ver crecer sueños, esperanzas, proyectos de vida de otros
- El poder acompañar momentos alegres y tristes, y que la simple compañia sea suficiente para hacerles feliz
- Jugar en los recreos a cosas que hacías en tu infancia y que siempre quisiste volver a jugarlos
- Nunca llegar a ser 100% adulta... o mejor dicho, nunca dejar de ser niña
- Creer que en ellos existe un renuevo bueno y lleno de fuerza
- Los dos meses de vacaciones
- La posibilidad de siempre crear algo nuevo
- El saber que se está en un lugar con humanos y no máquinas ni números
Reflexión Nº3: A modo de conclusión...
Hoy ha sido un día difícil. Hoy he tenido un día agotador, de mucho cuestionamiento de mi labor, y de evaluación de desempeño profesional. Hoy he vivido un día que me remece desde la raíz de mi vocación.
Pero al analizar lo bueno y lo malo, y reconociendo que mi escencia de ser es netamente corazón, más que razón, puedo concluir lo siguiente:
- Que a 30 de Junio del 2011, y con 5 años y 3 meses de experiencia profesional, seguiré luchando por mi vocación de pedagoga. Porque aún tengo fuerzas para creer que por sobre todo lo malo hay cosas mejores, y que más allá de lo difícil e ingrato que puede resultar este trabajo, hay otras cosas que no se pagan y levantan el ánimo, como la energía pura y tierna que me entregan mis alumnas.
- Tal vez en muchos años más no tendré la misma visión. Tal vez me sienta más cansada y no sepa encontrar en la mirada de mis alumnas la fuerza para continuar con la esperanza de que ese renuevo dará buenos frutos.
- Cuando eso suceda, cuando ya no me sienta revivir en la sonrisa de mis alumnas, ese día espero tener la fortaleza y la cordura para decir: hasta aquí llegó mi labor en la Educación.
sábado, abril 30, 2011
Susurro al viento
He decidido obligar a mi mente a que retome las palabras olvidadas y los sentimientos postergados por vivir una apariencia de vida agitada y sin pausas.
Y la obligo luego de una pregunta inquisidora que sin ser esa su intención, ha vuelto a dejar desnuda la peor de mis verdades: la extremada soledad que me envuelve si de mi lado quito el yugo del trabajo.
Y la principal queja la hace el alma inquieta que siente marchitar su esencia amigable y que busca una caricia, un soplo de amor, un momento de encuentro. Y en honor a ella hoy he decidido obligarme a expresarlo, con la secreta esperanza de que esta soledad instalada hace tanto tiempo, se retire antes que sus raíces impidan al corazón sentir y hablar.
Antes del marchitar y el dormir los sentires, un nuevo susurro al viento para regar la esperanza de que un cambio llegará.
domingo, marzo 13, 2011
Cantata Aleluya Cristo Vive
Con cariño y nostalgia este canto del alma.
miércoles, marzo 24, 2010
Los mejores recuerdos de tu vida en la mía
Pasan los años más rápido de lo que pensamos, y al mirar mi blog me doy cuenta que he mantenido este espacio por casi 4 años, y que en cada año celebro este día a la distancia... y al releer lo que alguna vez dije para ahondar un Feliz Cumpleaños, me es difícil escribir sin repetir las ideas, por lo cual en esta ocasión decidí recordar.
Aquí van algunos de los mejores recuerdos que tengo junto a mi hermana, como una forma de decirle una vez más feliz cumpleaños, ah! si, y que la quiero y que la extraño.

- ¿Una muñeca para Navidad? la emoción de esperar ese día 25 por la mañana y ver que en nuestras camas había un regalo... una muñeca para cada una, siempre parecidas pero con el pelo de diferente color, o con ropas distintas. Claro que eso duró unos años, y luego nunca más recibimos en navidad muñecas, fueron reemplazadas por los peluches, y es que ya estábamos "grandes". Peluches que llegan cada 25 de diciembre hasta el día de hoy.
- La soñada colchoneta bronson... seguro que el papi todavía tiene la libreta donde anotaba la plata que juntábamos para comprarla, me acuerdo que llegamos a tener como $500, claro que en esa libreta no quedaba registro de los egresos, solo los ingresos. Menos mal porque o sino quedaría al descubierto que el papi nos engañaba, porque por cada 100 de ahorros le pedíamos 200... que ganas locas teníamos de tener una de esas colchonetas en la casa, pero el no tenerla no nos impedía andar haciendo volteretas e invertidas en la galería.
- Unos ricos chocolates en el cajón de la Pochis. Chocolates que ella tenía que vender en su colegio, pero uno o dos no se notaban, ¿cierto? dos o tres, o toda la caja, ella pensaría que los había vendido... nunca nos descubrieron, seguramente la pocha pensaba que el papi se los comía, como después el terminaba pagándolos...
- ¿Algún coro para cantar juntas? A ver, cual fue el primer coro en que cantamos juntas... si, en la capilla. de ahí al coro de básica en el colegio, ¿te acuerdas? amico mío, non temere piú la notte. Y luego el coro que tanto nos marcó a ambas, como a muchas que pasamos por ahí. Si pienso en ello se vienen tantos viajes, tantas canciones... la gran mayoría juntas. Y si de viajes con el coro se trata, se me viene un momento muy especial a la mente, ese viaje a Chiloé, en medio de la carretera luego de el cuasi accidente, y que bajamos del bus y llorando nos abrazamos... ¿¿recuerdas?? sentir que estábamos vivas y que el Padre Guillermo nos había salvado...
- Coxis eternamente doliente, jajajaja. La típica frase, cuidado, no vez que me duele el coxis?? y la típica respuesta: Ruth, eso fue hace más de 10 años... jajaja
- ¡¡Fuerza Illapu!! conciertos, varios conciertos en los que la garganta se acalambraba de tanto cantar. Y el recuerdo de aquella vez que entraste a conversar con ellos por primera vez, y yo te buscaba y no sabía donde estabas metida, y salió un hombre que se llamaba José Miguel y me dijo, ¿cuál es tu hermana? aaaa me dijo, ella está adentro con los otros del grupo, ¿¿quieres pasar?? y así yo también conocí a cada integrante de Illapu.
- La rusia y el flaco me pidieron que también los incorporara en estos recuerdos, y es que según ellos eras la mejor corredora de las mañanas. Y ellos estaban agradecidos por mantenerlos en línea y esbeltos con los trotes matutinos. Mijitaaaa (ese es el flaco), no se preocupe mijita que yo le ladro a los que la molesten...
- "Eres tú" , primer acorde de la canción ese viernes 16 de diciembre y veo en el fondo de la iglesia entrar a la misma que 15 minutos atrás no tenía peinado, no podía abrocharse el vestido... y venía tan linda, tan lista, como si todo lo anterior se hubiese ido y llevado los nervios penosos de un rato atrás. E innevitablemente una emoción me llena, emoción que hace que me ponga a llorar bajo los codazos de las otras cantantes del coro, ¿¿cómo estaba llorando en la primera canción, cuando todavía no partía el matrimonio??
- El viaje más triste al aeropuerto. Creo que hay tres idas al aeropuerto igualmente tristes, pero diferentes el uno del otro. El primero tal vez fue el más difícil, el momento triste luego de días tan alegres, pero a la vez tan esperado por ti y Oscar. Extraña mezcla de pena incontenible con la alegría de saber que al fin luego de años luchando contra la distancia llegaba el momento de no separarse más. Y al año siguiente la alegría de la sorpresa, pero también el momento del hasta pronto, donde tengo siempre en mi mente las palabras de mi cuñado: vamos a volver, no te preocupes que vamos a volver... ¿¿Y el tercero?? la tristeza de decirle nos vemos pronto a un niño que estaba en mis brazos cuando apenas cumplía 15 días... tristes despedidas que guardan el íntimo deseo de volver a verse pronto, y que con el paso de las semanas vuelven a la rutina que reconforta a través de una cámara web con audio.
- Mayeusis 2008 ... tú con 8 meses y medio de embarazo, yo corriendo para abrazarte luego de más de un año sin vernos... emoción, alegría, esperanza, y al fin poder sentir las patadas de ese niño que llegaría a revolucionar el departamento de torrecedeira. Lejos uno de los momentos más lindos que recuerdo contigo.
- Un Eloy: tu cara de alegría al salir de la sala de partos, y el niño con sus ojos abiertos mirando todo lo que pasaba. El papi y la mami todos chochos, y la cara de alegría (5 metros de sonrisa) del Oscar, fascinado por la experiencia de ser papá. Doy gracias a Dios haber podido estar junto a ustedes ese día, haciendo presencia a nombre de todos los tíos del Eloy porque fui la única que pude viajar a tan especial momento.
- Aaaaabaaaaaa, aaaaaaabaaaaaaa, aaaaaaabbbaaaaaa... momento de alegría, de risa, de chocheo máximo, jajajaja. Es la alegría y el hit del momento, tu risa hoy está en la risa de ese niño pillo, lleno de música y alegría como tú. De tu vientre creció una vida que nos llena en estos días, que hace que uno se olvide de lo que pasa. Abbaaaaaa, aaaaaaabbaaaaaaaa... el mejor momento del día de hoy.
Y ahora me voy a dormir porque el sueño me la gana, y no tengo a nadie que me saque a bailar, así que no puedo decir que BAILANDO SE ME PASA...