Un nuevo año... Sigo viva, presente. Río desde dentro, mi boca sonríe espontánea, soy feliz. Miro lo que me rodea y pese a que todo va rápido estoy de pie con fuerza, segura de querer vivir cada día que se me regale. Pasan los años sin darse uno cuenta. Tengo veinticinco años, y siento que he vivido muchas cosas, tal vez porque he aprendido que en lo cotidiano está lo valioso. Por ello mis recuerdos van casi todos de la mano de lo que camino a diario: gestos, cantos, conversaciones, risas, lágrimas. Agradezco cada vez más el estar aquí. El abrir los ojos y darme cuenta que sigo respirando. Alegre me levanto y abrazo los días que se me regalan, y canto a la vida que se anidó en mi gracias al milagro del amor de mis padres. Un nuevo año y siento que soy feliz porque amo y me siento amada. Y es que simplemente la vida se me revela de manera generosa.
Las palabras, los gestos, las sonrisas y todo es siempre insuficiente cuando recibes más de lo que mereces cada día. Las manos nunca alcanzan para abrazar el agradecimiento.
Descubro y revivo la amplitud que significa tener amigos que te hacen sentir única y valiosa, a pesar de esos rasgos débiles que a veces empobrecen lo que somos.
La buena fortuna se conjuga con la magia y el destino. Sin pedirlo te cruzas con vidas que te marcan para siempre, y sacan todo lo que eres. Quedas desnuda frente a esa mirada profunda y tu propia alma se escapa al volverse evidente.
La vida se me revela cada día generosa y es lo que intento gritar cuando lo redescubro, pero la inseguridad se apodera de mis palabras cuando quiero expresar lo que pienso o siento... Mas hoy no. Estoy aquí para volver a cantar la alegría de sentirme cerca de personas que ven lo bueno que hay en mi, y me ayudan a trabajar eso malo que me habita.
Sólo espero que los días que me queden cerca de ellos, sean siempre lo bastante largos para entregar algo a cambio de tanta paciencia y cariño. Ojalá que algún día pueda unir cada idea con el gesto preciso para expresarme correctamente y no quede palabra en el tintero con el cual escribo esta noche...
(Esta entrada tiene dos partes: la primera la tienes que leer con la música que está arriba, que es mi canción de regalo, que significa mucho para mi y se que para ti también. La segunda parte es el video de parte de todos los de la casa, hecho con cariño aunque no quedó tan perfecto como quería... Disfruta de los dos regalitos.)
Nuevamente este blog será el principal testigo del saludo que quiero entregarte en este día especial. Y es que los kilómetros se interponen para alejarnos, pero nosotras sabemos que nada se cruzará en nuestras vidas que desde antes de existir ya estaban destinadas a juntarse por siempre...
Creo que sólo tú vas a poder entender si digo que algo especial nos marcó toda la infancia y la adolescencia, y eso fue el tenernos la una a la otra. Somos cinco, y sé que amo a cada uno tanto como al otro, cada uno es diferente y especial, a cada cual lo necesito siempre para sentirme completa. Pero por esas cosas que uno no maneja es contigo con la que me tocó crecer de manera más cerca, vivir más momentos juntas, compartir más espacios libremente escogidos.
Hoy me es difícil no tener sentimientos encontrados. Agradezco tu vida, y el que hoy estés formando nueva vida dentro de ti... pero si soy sincera y pudiese escoger un deseo en este momento, sería el estar contigo abrazándote en tu cumpleaños. Los meses han ido mermando lentamente esta distancia, mas estos días las emociones afloran casi sin darme cuenta. Y necesito mis brazos para extenderlos hacia ti, como necesito mi boca para decirte todo lo que te quiero...
Distancia difícil en este día, pero una distancia que sin duda nos ha ayudado a crecer, y a valorar lo que quizás muy pocas veces agradecí antes. Incluso pienso que más de alguna vez detestamos el estar tanto tiempo juntas, salir siempre juntas, tener que compartir las amigas. Pero no imagino mi personalidad si no hubiese sido así, y es que aunque rara vez conversamos cosas más personales, cada una sabe que en el fondo siempre supimos cuando algo le pasaba a la otra. El espacio más tonto que nos hemos tomado todos estos años es el de mantener esos secretos supuestamente ocultos, porque no dudo que siempre supe cuando algo te pasaba, cuando querías ocultar alguna pena o alguna sabrosa historia en la cual no me debía entrometer... (la cercanía a veces es copuchenta y revela esos secretos que intentamos esconder y no tiene la decencia de preguntar si eres amiga o la hermana chica de la persona en cuestión) Y sé que este flujo de información era mutuo, no me cabe duda que tú también has sido testigo silente de muchas de mis historias personales. Si Ruth, hemos perdido tiempo y fuerzas en escondernos la una de la otra, somos hermanas y nos conocemos más de lo que cada una cree.
Es tal vez esta complicidad que hemos mantenido por tantos años la que hoy extraño tanto, como también se extraña lo cotidiano, las peleas tontas, las risas que nosotros solamente entendemos, los cantos... Pero la otra cara es el que esta distancia te ha dado la gran oportunidad de estar con quien amas y comenzar una historia propia que desde hacía tantos años se merecían. Y soy feliz al saberte feliz con el Oscar, y más ahora que la felicidad quiere expandirse en ese niño que crece en ti. Comparto a la distancia estas alegrías de ambos, y ya habrá momentos para que nos abracemos nuevamente. Por ahora los brazos han de ser mentales, cibernéticos, telepáticos, o como quieras. Total, ¿qué importa eso hoy día si sabemos que nos tenemos y nos amamos?
rostro angustiado rezando a la medianoche, cuerpo herido por duros golpes, una cruz signo de amor sobrehumano.
Imágenes que tocan mis pensamientos mis sentidos, mis palabras...
Pero el amor todo lo vence. Y no existe cruz eterna cuando hay amor, un sepulcro vacío grita al mundo: no hay muerte ni mal más fuerte que la vida, manantial eterno que brota de tus manos, agua viva que hoy celebramos.
Resucitó...
Resucita Señor en cada espacio de mi vida, en aquellos donde la presencia del mal es más fuerte. Muestra tu vida a quienes la muerte ha tocado sin esperanza, y que este canto de esperanza se escuche con ecos...
Cada vez me sorprende más esta municipalidad de Talca. Hoy más de cien profesores llegaron al DAEM puntualmente a una reunión a la que habían sido citados para entregarles el cheque de su jubilación y firmar un finiquito que para muchos es el fin de toda una vida enseñando en el sector municipal.
Pero oh! sorpresa, luego de reunidos les informan que la citación era en la Municipalidad...Bueno, al menos la distancia no es tan grande. Habrá sido un error.
Con el calor de la tarde se trasladan hacia ese lugar, donde la recepción fue genial: todos de pie en la entrada, algunos recibiendo malas palabras y gestos displicentes por parte de los guardias, y lo mejor de todo la respuesta del alcalde en una salida fugaz por donde ellos estaban: que esperen un poco porque el estaba en otra reunión.
¿Cómo puede ser que citen a más de cien personas que dieron toda su vida a educar a otros y los hagan esperar, no los reciban dignamente, que a la misma hora que tenían que estar siendo atendidos fijen otras reuniones y los desplacen como si nada valiesen? No me explico como esta municipalidad, a la cual pertenezco, no sea lo mínimamente agradecida para tener una sala donde esperar a sus profesores. Y eso que esto es sólo la recepción que les brindaron, porque el mal rato que se llevaron al ver su situación de deuda fue la guinda de la torta para una tarde memorable.
Qué pena porque una de las personas que le tocó estar esta tarde ahí es a mi mami, y me indigna ver como no hay consideración con personas que literalmente formaron las últimas tres o cuatro décadas… por favor que este no sea el pago de Talca.
Qué mejor que estar cantando esas canciones que te encantan en vivo y en directo con el grupo que las interpreta...
Qué mejor que estar saltando, gritando y coreando cada una de las canciones junto a amigas que vibran tanto como tú con esas melodías...
Qué mejor que vivir a concho un concierto del grupo que te fascina desde siempre...
¡GRANDE ILLAPU!
Para recordar siempre este concierto, al que fuimos anoche (23 de Febrero) a orillas del Lago Colbún junto a la Vero, la Varelia y su papá, además de la Pochis y por supuesto yo.
Dejo aquí una de las canciones que más me gusta de este grupo: Escribo por ejemplo.
Esta canción es un regalo para la Ruth que se que le habría gustado estar cantando y saltando con nosotras. Te quiero mucho, y cuídate, cuida al Oscar y que el Oscar te ayude a cuidar a Dobin.
Cinco días enclaustrada en la pieza tratando de ordenar lo que consideraba inordenable. Un lugar lleno de cachureos acumulados durante años, ropa que guardaba pero que hace años no ocupaba, recuerdos recientes en medio de papeles inservibles y una cantidad de polvo que denotaban las tres semanas fuera de la casa. Panorama no muy alentador... pero el bicho del orden ya se había metido y me propuse no salir de ahí hasta que estuviese todo ordenado. Y como ese extraño bicho no me visita habitualemente, mejor atenderlo antes que se fuera.
Estuve a punto de desistir... por ahí por el día 3... parecía francamente imposible. Más cuando segía vaciando tarros y cajones lleno de hojas que alguna vez habían sido material de estudio, con cachureos que ya ni recordaba por que estaban tan secretamente guardados. Pero dentro de todo iban apareciendo cosas útiles que busqué en algún momento porque lo necesitaba pero nunca los encontré... así que ahora todo tenía que quedar clasificado.
Lo bueno de tantos días revisando y ordenando "mis cosas" es que resultó como un viaje a años anteriores, y sin dudas un encuentro con lo que soy. Dentro de todo muchas cosas resultaron ser basura, y ahí me di cuenta que en realidad nunca habían tenido mayor importancia, sin embargo otras cosas que guardaba de hace más de diez años seguían teniendo el valor que yo les había dado en esa época. Tantas cosas que uno no recuerda y que lo menos que provocan es una sonrisa, que difícilmente otra persona entendería... "tanta basura que guardas". Ahora se que todo lo que dejé no es basura sino el reflejo de mi personalidad actual, lo que fui y que me hace ser como soy ahora.
Nada de todo lo que encontré me avergonzaba, porque esa era yo, y la alegría más grande cuando finalemente terminé de ordenar y limpiar no fue el ver la pieza ordenada, sino el saber que pese a que pasan los años lo realmente importante sigue presente en mi, y cuando se me olvide quien soy tendré varias cajas (ahora ordenadas y clasificadas) para escarbar y reencontrarme con mi vida y mi verdadera esencia.
Qué fácil resulta disfrutar cuando hay alguien que te tiende una mano. Verano tras verano mi familia es bendecida con gente buena y cercana que sin temores ni egoísmos nos ofrece días de descanso fuera de esta ciudad calurosa. Y cada año podemos así estar frente a grandes olas azules o al lado de grandes robles entre trumao. ¿Descansamos? Muchísimo... y sobre todo podemos estar juntos maravillándonos una y otra vez de las imágnes que nuestra región guarda en ella.
Pero Chile es amplio, y así como en Talca hay paisajes y cariño humano, tenemos la suerte de que en otros lugares existe familia amiga que es abierta, amable y generosa... tal vez porque la misma savia que recorre los árboles maulinos está en sus venas.
Y así, sin más, nos invitaron a conocer su casa, no importando lo numorosos que somos. Bombos y petacas con pasaje a la novena región. Región de Araucanos valientes, de araucarias milenarias, de paisajes entre lagos y volcanes. Copihues rojos en cerros junto a la cuidad, tal como lo cantara el folclor hace ya muchos años.
Días llenos de cariño manifiesto. Cercanía que se agradece y que se estrecha a través de esos almuerzos, onces y repollitos... Eso sin contar las salidas que fueron el mejor regalo que se escondía en esa región verde. Una oportunidad para conocer y maravillarse, para disfrutar y guardar en imágenes, videos o simplemente en la mente.
Qué más se puede decir... sólo gracias, muchas gracias Polo, Gary, Sebas y Catita por todo lo que nos dieron en este breve pero rico viaje a su casa, gracias por ser así: abiertos, generosos y cariñosos. Gracias por aceptarnos a todos, y por habernos regalado cada una de esas ricas comidas, esos inolvidables paseos y esa compañía que no se puede pagar más que con cariño cuando vengan a Talca.
Cuando en el 2006 empezó en mi mente a crecer la idea de estudiar nuevamente, muchos temores se agolpaban y angustiaban mi decisión.
¿Seré capaz? ¿podré con todo? ¿tendré las capacidades musicales para hacerlo? Sin embargo creo que la mayor duda era el saber que mi edad sería un problema para sociabilizar bien con quienes me encontrara... o al menos eso creía. Prejuicios que se derrumbaron tan pronto fui conociendo este nuevo período universitario.
Al principio fue difícil. Me costaba encajar con quienes eran mis compañeros, pero siempre por tontas ideas mías, ya que ellos cada vez que podían me mostraban su cariño y comprensión ante mis constantes carreras desde la u al colegio. Por otra parte, estaban esas personas que ahora estando ahí todos los días, ya no estaban más cerca mío. Difíciles momentos que fueron sanando poco a poco comencé a conocer a quienes eran al igual que yo "mechones de música".
Entre viaje y viaje del trabajo a la escuela de música, aprendí de a poco a conocer a quienes estaban conmigo. Gente buena y amiga que me dio más apoyo del que pensé recibir, y más cariño del que tal vez me merecía. Con paciencia aguantaron mis difíciles horarios, me acompañaron cuando los estudios se me complicaban, me disculparon todas las veces que no alcanzaba a llegar para hacer un trabajo, o me cubrían cada vez que surgía un problema. Pero principalmente muchos de ellos estuvieron ahí siempre con un gesto cariñoso y cordial cuando sentía que mis fuerzas ya no daban más para terminar el proceso, me abrazaron una y mil veces cuando los nervios y la rabia rompían en lágrimas tan llenas de angustia.
Cuando empezó el año nunca hubiese pensado que iba a entablar amistades tan lindas y fuertes como las que tengo ahora. Y el cariño que tengo por la mayoría de mis compañeros tampoco esperaba sentirlo. De verdad que agradezco el tenerlos y el haber podido aprender de y con ellos. Vivir este primer año en la carrera ha significado crecer, sentir, conocer, querer.
Definitivamente la música une sin límites de edad. Y en este espacio quería sólo darle las gracias a ella por haber cruzado los caminos de toda la gente que conocí en el pasado 2007.
Para un niño que con unos ojos tiernos e inocentes, ha logrado cambiar muchas cosas que parecían imposibles de cambiar. Porque nos has traído alegría, luz y reconciliación... porque eres un niño que todos queremos en esta casa.
Algún día cuando crezcas tal vez entiendas todo esto, y puedas ver esto que te regalo hoy que cumples dos años...
Mi cuerpo está cansado. La mirada triste. Una tarde oscura, oscura tras unas líneas presentes en todo, pero tan ausentes en mi. Se atan sueños, y el viento los levanta lejos. Los brazos son inalcanzables y en el infinito queda el grito. Grito mudo sobre este espacio que sigue girando aún cuando el reloj de la tristeza ha quedado en el mismo punto. La palabra muda carcome los días, y todo es silencio, todo es lejanía... todo es ajeno. Cierro la ventana nuevamente, por unos días la luz ha de quedar fuera para ver si en la oscuridad de los sentidos está esa palabra que se espera pero nunca se acerca, porque vuela sobre otros vientos, que se pierden cada vez más lejos.
Si hago un recuento rápido de mis palabras creo que GRACIAS está dentro de la más usada en mi vocabulario, en desmedro de otras tan importantes como te quiero... Así que hoy, un día especial para mi hermana Pochis, sólo escribiré encabezando con esa frase cada una de las cosas que necesito decir.
Un año más de vida... ¿un año de experiencias, de sabiduría que se acumula, de días que se quedan? Nada de eso, un año más para quererte, y es que te quiero...
Te quiero por ser mi hermana mayor, porque la sangre obliga a querer
Te quiero porque me conoces desde que mi mami me llevaba en su vientre
Te quiero porque desde que nací me has acompañado
Te quiero porque eres hermana en todo el sentido de la palabra
Te quiero por tus cantos que se calaron desde que era una niña en mi vida
Te quiero porque vives junto a mis alegrías y mis penas
Te quiero porque siempre estás para alentarme cuando lo necesito
Te quiero porque estás cada vez que te pido que seas público de mis presentaciones
Te quiero porque anticipas cada una de nuestras necesidades, y no temes darnos todo lo que puedes
Te quiero porque se que me quieres
Te quiero porque te necesito siempre cerca
Te quiero porque juntas nos reímos de los chistes que a veces nadie más que los de la casa entendemos
Te quiero porque se que no cualquiera tiene la fortuna de tenerte cerca, ni tienen una hermana como tú
Te quiero porque te extrañé cada día que estuviste lejos
Te quiero porque tu mano es artista al 100% (tocas guitarra, tallas, pintas, dibujas, escribes...)
Te quiero porque admiro todos los días tu inteligencia y múltiples capacidades...
Te quiero porque te quiero, porque te necesito, porque estás conmigo, por ser tú... y por tantas cosas más que creo que se desprenden de todo lo que acabo de decir.
Eres mi hermana y casi nunca te digo cuanto te quiero. Estamos todos los días juntas y rara vez nos detenemos para agradecer lo que significa haber nacido bajo el mismo techo. Por eso hoy, en tu cumpleaños me tomo los minutos que mis manos necesitan para expresarte lo que siento, y porque no quiero que la cobardía me impida decírtelo ahora que estás conmigo.
Y para que no te queden dudas... te quiero Pochis...
Ruth... tú me preguntas que estoy haciendo en el colegio. Y de eso escribiré hoy.
Dicen que el trabajo es sólo trabajo, y que uno debe marcar el espacio entre eso y la vida personal. Y hasta cierto punto es cierto.
Y a veces me asusto, porque siento que el último tiempo encuentro en el trabajo mucho de lo que necesito para sentirme feliz. Y mis espacios los voy reduciendo sin querer, pero es siempre porque me gusta mantenerme ocupada. ¿Hasta qué punto es bueno qué se den las cosas así? Aún no lo sé...
Pero todo pasa básicamente porque he descubierto tantas alegrías tras esas puertas... niñas que se han ganado mi cariño con sus personalidades diversas. Tal vez puede sonar todo tan falso, o cuático, pero en el fondo yo sé que no es así. Me llena el día sus sonrisas, el ver como sueñan más allá de las ventanas de la sala de clases.
Y agradezco tanto el poder compartir con ellas un poco más de esas horas obligatorias, porque es donde yo he podido clarificar mis propias expectativas, el qué quiero para mi vida. Sé que no estaría estudiando música de no haber tenido la oportunidad de formar un coro; sus ganas de cantar me impulsaron a aprender y perfeccionarme para darles algo mejor... "mi corito", donde puedo canalizar mucho de lo que soy, de lo que siento. Ensayos donde la magia ronda cuando pese al cansancio, a las peleas y mis enojos habituales, en sus caras se refleja alegría y en sus voces una ternura que creo ellas no alcanzan a dimensionar.
Cómo no encontrar alegrías en el trabajo, si allí me topé con un grupo de niñas insistentes que me pedían aprender guitarra. Y con el mínimo impulso que uno les entregó ahora ya tocan grandes avances sólo por su perseverancia y ganas de aprender. Tal vez si alguien las escucha podrá criticar que no lo hacen bien como yo describo aquí, pero sólo ellas y yo sabemos lo que cada una ha avanzado desde que empezamos, y eso me hace feliz. Además porque juntarnos es sinónimo de pasar un rato agradable, donde reímos, conversamos de todo un poco, cantamos y por supuesto tocamos guitarra...
Y siguen apareciendo niñas... ahora un grupo donde no compartimos música, pero donde volamos con las ideas mutuas. Creo que uno de los desafíos grandes este año ha sido el asesorar al centro de alumnas. Porque mis capacidades nunca se habían enfocado a esta área y porque implica un orden que a veces no tengo. Pero uno se topa con mucha gente que a uno la ayuda, y se topa con niñas que tienen rasgos innatos de liderazgo que a uno la mueven de manera casi inconsciente. Tardes enteras de reuniones de donde han salido momentos para repetir: concursos, fiestas, actos, celebraciones, globos... jajaja, de todo un poco.
Esto es como un recuento de lo que he vivido este año en el lugar donde trabajo, y si lo miro así no puedo dejar algo afuera: el apoyo, el cariño, la paciencia y la compañía que muchas personas me han entregado. Es rico sentir que uno no llega a hacer sólo su pega porque hay siempre alguien que a uno le saluda con una sonrisa, que le ayuda cuando anda corriendo y se olvida algo. Gente cariñosa que comparte con uno momentos simples. Gente paciente que disculpa los olvidos y errores que se cometen sin querer. Personas que sin darme cuenta se convirtieron en mis amigas con las cuales he podido compartir inquietudes, que me han apoyado más de lo que merezco tal vez. Horas de conversaciones en las que he escuchado y en las que me han escuchado...
Al mirar todo así, ¿qué puedo hacer para separar el trabajo de mi vida personal si gran parte de mi se está desarrollando y realizando de la mano de él? ¿Tengo que hacerlo?... No sé si separarlo, pero tengo claro que debo desarrollar al mismo tiempo otras áreas que hasta ahora he ido dejando desplazadas... pero eso dará para otra tonta publicación latera como esta, jajaja.
Bueno, se me secaron las palabras... esto era para contarle a mi hermana qué estoy haciendo en el colegio... te quiero mucho y espero haber podido compartir contigo lo que estoy viviendo por estas fechas.